lunes, 11 de abril de 2016
CLUNY : IMPERIO MONÁSTICO
Publicado por
JANUA COELI-PUERTA DEL CIELO CENTRO DE APOSTOLADO CATÒLICO
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12:13
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viernes, 1 de abril de 2016
LEYENDAS NEGRAS CONTRA LA CORONA ESPAÑOLA
LEYENDAS NEGRAS
I PARTE
“La Esclavitud La Trajeron Los Españoles”
La esclavitud existe desde siempre en muy distintas y variadas formas. El hombre siempre ha explotado al hombre, le ha vencido en guerras y para obtener más beneficio lo ha vendido como esclavo a otros o lo ha tomado para trabajos forzados o lo ha regalado como premio. Ha sido una constante en la historia de la humanidad y actualmente, tristemente, sigue existiendo en forma de trata de blancas o de trabajo forzado, sobre todo infantil.
Centrándonos en el continente americano para muchos de los amantes de la leyenda negra antiespañola la esclavitud la llevaron a América los malditos españoles, sedientos de riquezas y con la avaricia brotándoles de los ojos. Para ellos fueron los españoles los que importaron tan desagradable e infame práctica. Pues bien, como en casi todos los argumentos de esta infausta leyenda, no es cierto, es más, es absolutamente falso que la esclavitud fuera importada y establecida en el “paraíso” indígena preexistente.
La esclavitud ya existía en la América prehispánica, era muy habitual y también tenía grandes variantes según la civilización o región. En las crónicas de los primeros descubridores y conquistadores se habla de este tema y se exponen cientos de ejemplos:
– Colón nos cuenta en su diario que en las islas Antillas los indígenas caribe atacaban al resto de tribus y tras vencerlas se comían a los hombres, pues la carne de las mujeres y los niños no se les hacía tan sabrosa. A las mujeres las esclavizaban y las usaban como objeto de placer. A los niños los castraban, engordaban y cuando crecían se los comían sin ninguna contemplación.
– El regalo de esclavos era algo muy común. Por ejemplo en el Darién, Vasco Núñez de Balboa recibió del señor deComofre setenta esclavos como regalo. El cacique Pocorosa también le regaló, al pasar por sus tierras, otro grupo de esclavos.
– En su viaje de México a Honduras, Hernán Cortés, se topó con un pueblo llamado Oculan o Acalan. Ahí, el conquistador, conoció a varios mercaderes muy ricos cuyo comercio era el de la esclavitud. Igualmente a Cortés los indígenes mayas deTabasco le regalaron veinte esclavas entre las que figuraba la, más tarde, célebre Doña Marina (o Malinche).
– En el reino de Anáhuac, e igualmente en Texcoco hubo leyes que regulaban la esclavitud. Los ladrones eran condenados a ella cuando robaban por primera vez. Si reincidían, sin más, se les condenaba a muerte.
– En la mixteca a los deudores insolventes se les convertía en esclavos.
– En Tlaxcala, en la muerte de los señores, se acostumbraba a arrojar a la hoguera a varios de sus esclavos, junto con el cadáver del fallecido. Igualmente se castigaba con la esclavitud al hombre libre que fecundaba a una esclava.
– La inmolación de esclavos en las ceremonias religiosas y en los funerales de sus amos era un hecho frecuente.
Y así podríamos seguir contando cientos de ejemplos de esclavitud generalizada en la América Prehispánica. Otra mentira de la leyenda negra que es rebatida y pisoteada.
II PARTE
La Corona Española Y La Rebelión De Los Esclavos De 1795
Mucho se ha hablado de la rebelión de los esclavos en 1795 en Saint-Domingue, la colonia francesa en la isla Española. Esta rebelión se ha tratado siempre como la primera gran rebelión esclava de la Era Moderna y que finalizó con la independencia de Haití en 1804, la segunda de América tras la de los Estados Unidos, tras vencer a Napoleón. Al igual que en el proceso independentista norteamericano la corona española tuvo un papel muy activo en dicha rebelión como parte de la defensa de los intereses de la Monarquía en estas latitudes y, de la misma manera que ocurrió en el norte no ha sido ni muy conocida ni reconocida.
Lo primero que hay que considerar es la época en que esta rebelión ocurrió y sus actores principales. Eran años convulsos esos de finales del siglo XVIII. En Francia se produjo la revolución de la burguesía francesa en 1789 con sus lemas delibertad, igualdad y fraternidad que rápidamente se extendieron por el mundo y amenazaron el poder de las monarquías absolutas, vigentes en ese momento. En Saint-Domingue empezaron a llegar noticias de estos hechos y los monárquicos franceses vislumbraron el peligro que se cernía sobre la colonia si esa libertad, igualdad y fraternidad era oída y exigida por los esclavos, ya que al pertenecer a Francia habría que aplicar en ella las nuevas leyes emanadas de la revolución con la consiguiente abolición de la esclavitud y el desmantelamiento del sistema esclavista. Pero había un problema, Saint-Domingue era la colonia más rica y beneficiosa que poseía la Francia revolucionaria. Liberar a los esclavos sería renunciar a sus ingresos y ya sabemos que donde hay dinero la ideología y las buenas intenciones pueden ser olvidadas.
Pues bien, en Saint-Domingue, en esos momentos existían diversas corrientes políticas y grupos sociales que se enfrentaban por obtener el poder o lograr mejoras en sus condiciones de vida. En primer lugar estaban los funcionarios coloniales franceses, partidarios de la república francesa; luego los grand blancs, terratenientes azucareros blancos que simpatizaban con la idea de independizarse de Francia aprovechando su poder económico; los petit blancs, pequeños comerciantes, artesanos, profesionales liberales y franceses pobres llegados a Saint-Domingue en busca de una nueva oportunidad; los affranchis o libres de color, esclavos liberados que en muchos casos poseían más riquezas que los petit blancs pero que eran marginados en muchos aspectos políticos y sociales por el color de su piel; y por último los esclavos negros, que no poseían ningún poder ni derechos políticos ni sociales. Dentro de los esclavos había dos tipos en función de su posición social: los negros de élite o carismáticos que solían ser esclavos nacidos en la colonia y que les servían a los hacendados de intermediarios o enlaces con la gran masa de esclavos, solían disponer de la confianza de los hacendados y eran muy respetados por los esclavos por lo que tuvieron gran peso en las rebeliones que se fueron produciendo; y finalmente los esclavos bozales, de origen africano y que habían sido vendidos en Africa y llevados a América a trabajar en las plantaciones, este último grupo era el más numeroso y el que más problemas solía producir.
Entre estas facciones se dispararon tensiones y enfrentamientos que generaron alianzas de diverso pelaje según a cual le interesase. Los monárquicos franceses vieron venir las posibles represalias republicanas y solicitaron asilo al gobernador español de Santo Domingo, el capitán Joaquín García, que encantado les acogió en la capital y les apoyó en todo lo que necesitaran. Estos monárquicos partidarios de la vuelta al absolutismo de Luis XVI comenzaron a propagar entre los esclavos negros los falsos rumores de que el rey Luis XIV, aún vivo, les prometía mejoras en sus condiciones de vida con la intención de provocar su levantamiento contra el gobierno republicano. Para ello utilizaron a generales negros con los que habían negociado previamente unos beneficios y privilegios magníficos para que comandaran el alzamiento y dirigiesen a los esclavos contra los republicanos. El vacío de poder sería aprovechado por los monárquicos que reinstaurarían el absolutismo y la permanencia del sistema esclavista.
Dicho y hecho. El 21 de agosto de 1791 en la Provincia del Norte de Saint-Domingue los esclavos, conducidos por libres de color, se levantaron en armas atacando a los blancos y sus haciendas provocando gran muerte y destrucción. España, a través del gobierno dominicano encabezado por el capitán general Joaquín García, apoyó con material y armamento a los esclavos. Si bien, en los medios oficiales, España siempre negó dicha colaboración, su no beligerancia con Francia le obligaba a no tomar acciones contra ella. Pero sabían que tarde o temprano se romperían las hostilidades por motivos ideológicos. Esta colaboración es perfectamente comprobable cuando en 1793 estalló la guerra entre Francia y España siendo uno de los argumentos franceses el apoyo que el gobierno dominicano prestó y seguía prestando a los rebeldes negros.
Leyendo estas líneas parece que al gobierno español le preocupaba la situación de los esclavos de Saint-Domingue y actuó para librarlos de la opresión a la que estaban sometidos. Pues no. Las autoridades españoles actuaron pensando en su único beneficio. Su idea era la de utilizar a los esclavos negros como ejército aliado para derrotar a los republicanos franceses , no permitir que actuasen los monárquicos franceses establecidos en Santo Domingo y hacerse con el poder en Guárico(actual Cap-Haitien) reinstaurando la soberanía española en toda la isla, perdida desde el Tratado de Ryswick en 1697.
Otra prueba más de la participación española en la rebelión esclava es el alistamiento en 1793 de soldados rebeldes en el ejército español en calidad de tropas auxiliares de Carlos IV, teniendo las mismas un magnífico comportamiento en las batallas que se produjeron contra los franceses en los años posteriores. Si bien se produjo un negro episodio en 1794 cuando estas tropas, comandadas por oficiales españoles, tomaron la ciudad de Bayajá, al norte de la isla. Tras negociar su rendición se llegó al acuerdo de respetar los bienes y vidas de los supervivientes pero los soldados negros auxiliares actuaron por sí solos provocando la llamada Matanza de Bayajá, en la que fueron cruelmente asesinados cerca de 800 franceses blancos. Este hecho provocó el recelo y la desconfianza de los oficiales españoles hacia estos soldados a los que a partir de ese momento trataron de quitar protagonismo en las operaciones..
El 22 de julio de 1795 se firmó el Tratado de Basilea que ponía fin a la Guerra del Rosellón por el que España cedió a Francia la parte española de la isla de Santo Domingo y ella recuperaba los territorios ocupados por Francia al sur de losPirineos. Dicho tratado dio por finalizados los enfrentamientos en la isla Española entre Francia y España pero no cerró las luchas de los esclavos negros.
III PARTE
“La Mayoría De Españoles Que Llegaban Al Nuevo Mundo Eran Reos Delincuentes”
Una de las más recurrentes acusaciones de los leyenderos es la de que la mayoría de españoles que llegaban al Nuevo Mundo para poblarlo eran delincuentes liberados de las prisiones castellanas con la condición de que se marchasen a los nuevos territorios para poblarlo y así vaciar las atestadísimas cárceles peninsulares. Evidentemente esta es otra de las grandes mentiras de la leyenda negra, una mentira ampliamente difundida por los planes educativos de gran parte de los paises hispanoamericanos.
La tipología de las expediciones fue variando según se iba desarrollando la conquista. El primer viaje de Colón fue de exploración, por ello la tripulación y las personas que se desplazaron eran principalmente marineros, no había intención de poblar, simplemente era explorar y establecer los primeros contactos con los nativos y obtener información sobre la presencia o no de metales preciosos. En el segundo viaje de 1493 sí fue una expedición de poblamiento combinada con tripulación que permitiese organizar expediciones de exploración. En ella viajaron un total de 1500 personas distribuidas en 17 naves y que estaban divididas de esta manera:
* Hombres de mar: capitanes, contramaestres, pilotos, marineros, etc.: 390.
* Hombres de armas: escuderos, soldados, ballesteros, lanceros, etc.: 555.
* Profesionales: tejeros, albañiles, aserradores, barberos, boticarios, carpinteros, cetreros, escribanos, herreros, mineros, plateros, sastres, sombreros, etc,: 270.
* Varios: religiosos, contadores, veedores, pajes, reposteros, alguaciles, traductores, mayordomos y mujeres: 105.
* Resto de tripulantes hasta los 1500: esposas de profesionales y sus hijos, sirvientes, etc: 185.
Con estos colonos se fundó la ciudad de la Isabela, en el norte de la isla Española en 1494, siendo el primer enclave urbano construido por españoles en el Nuevo Mundo. Como podemos ver no hay delincuentes ni reos liberados, aunque pudiese haber alguno sería ínfima su presencia. Todo estaba bien organizado para que el nuevo asentamiento fuera un éxito y comenzase a funcionar como una auténtica ciudad. Meter delincuentes entre la población no habría generado más que problemas. Además años después, con la creación de la Casa de Contratación de Sevilla cualquier persona que quisiese pasar a América tenía que inscribirse y ser aceptado, no podía cruzar el océano quien quisiese. Tenía que ser cristiano viejo y cumplir las variables exigencias que en función de las circunstancias exigiesen los funcionarios reales como por ejemplo la de no tener antecedentes penales y observar una buena conducta.
Tampoco podemos olvidar que las expediciones hacia América no eran viajes, digamos, públicos, pagados por el erario de la corona, sino empresas particulares en las que los viajeros tenían que pagarse los gastos y aportar sus propias armas y bienes. En función de su aportación ese sería el premio recibido en caso de conquista o de ocupación de tierras. Evidentemente había un permiso, una licencia pública emitida por la corona que permitía dicho viaje pero no aportaba económicamente nada por lo que se me hace bastante difícil que un ladrón o un criminal tuviese ese dinero o esos bienes para sufragarse la aventura. Y mucho menos ser aceptado por el organizador de dicha expedición.
Tras los primeros años de exploración del entorno caribeño comenzaron a poblarse algunos puntos del mismo mediante grandes expediciones promocionadas por la corona castellana con el objetivo de fundar asentamientos, como por ejemplo la de Nicolás de Ovando en 1502 a Santo Domingo, en dicha expedición llegaron unas 2000 personas en 30 naves de las más variadas ocupaciones y profesiones. Más tarde, en 1514, Pedrarias llegó a Santa María del Darién (Panamá) con más de 1000 colonos en 22 naves.
Más adelante según iba avanzando la conquista de América fueron llegando naves con colonos en función de las necesidades de cada lugar y, como ya decía antes, siempre regulado por la Casa de Contratación para que no arribasen a tierras americanas elementos indeseables. Estos ya llegaban con los piratas y corsarios franceses, ingleses y holandeses pero, lógicamente, no iban a Sevilla a apuntarse.
IV PARTE
“Todo El Oro Y La Plata De América Fue Robada Por España”
Otra de las grandes falsedades que difunden los que se creen la leyenda negra antiespañola: El famoso supuesto robo masivo de metales preciosos, principalmente oro y plata, por parte de los españoles transportándolo a España y dejando los territorios conquistados empobrecidos y maltrechos. Incluso muchos piden reparaciones por este hecho exigiendo a España que lo devuelva y que indemnice a los actuales países por dicho “delito”.
Ni que decir tiene que es absolutamente falso que todo el oro, plata, esmeraldas, perlas y otros minerales u objetos de valor fueran llevados a España vaciando al Nuevo Mundo de dichos productos y llevándolo a la pobreza más absoluta. Se llevó una pequeña parte de todo lo que se extraía y el resto se quedó en América.
Para empezar quería comentar que el oro, la plata y demás minerales considerados de gran valor por los europeos no tenían ningún valor económico para los nativos. Eran tan solo objetos de adorno por su belleza y facilidad para ser manipulados o se utilizaban en algunos ritos religiosos. En América en aquellos años no existía la moneda, el comercio se realizaba mediante trueque y tan solo los mexicas llegaron a utilizar como moneda opcional granos de cacao. Con esto quiero decir que para los nativos el oro no era mucho más que para los occidentales de la época una figurita de cerámica en un estante.
En realidad los metales que sí se llevaban a España extraídos de las minas americanas o como botín de guerra era el que se empleaba para liquidar los impuestos reales que las leyes castellanas imponían a la actividad económica general: el Quinto Real, que se aplicaba sobre los beneficios de la empresa, es decir, una vez deducidos los gastos y los ingresos sobre el beneficio obtenido se apartaba un 20% que debía de ser enviado a la corona mediante recaudadores reales. El cobro de dichos impuestos se realizaba mediante barras de oro ya que eran más fácil de transportar que cualquier otra forma de pago.
Con esto quiero decir que del oro, la plata, las perlas, las esmeraldas, el azúcar, etc, que se extraía de las tierras americanas tan solo se enviaba como mucho el Quinto Real, es decir, el 80% de las riquezas producidas se quedaban en América contribuyendo a su desarrollo y a la creación de una sociedad rica y avanzada. Dicho Quinto Real fue variable en función de las circunstancias y las condiciones económicas de cada época por lo que incluso hubo momentos en que no era el 20% el impuesto, sino mucho menos, y ya en el siglo XVIII con las reformas borbónicas bajó hasta un diezmo, es decir, tan solo un 10%, con el objetivo de incentivar la actividad económica en la zona.
Por lo tanto no hay tal expolio, ni robo, ni evasión de ricos minerales a España, tan solo llegaba una cantidad de oro al fisco real como liquidación del impuesto, no como insinúan los leyenderos y, bueno, también se enviaba oro para el pago de los productos europeos enviados desde España. No sé si a pagar lo comprado también le llaman robar, no me extrañaría, la verdad.
V PARTE
“Los Españoles Eran Enemigos De Los Indígenas”
Siguiendo con los argumentos que mantienen los defensores a ultranza de la leyenda negra antiespañola está esa idea tan utilizada por los indigenistas (que no indígenas) de que los españoles, conquistadores, exploradores y colonizadores eran enemigos de los nativos americanos, nunca fueron amigos. Según ellos durante la conquista fueron enemigos por lo que los mataban y durante la colonización y el periodo posterior simplemente eran esclavos de los señores españoles los cuales disponían de ellos a su gusto para sojuzgarles, torturarles, violarles y todos los “arles” que os podáis imaginar.
Pues bien, para empezar a tumbar semejantes argumentos yo me arriesgaría a escribir una frase que no solo va en contra de esta afirmación sino que rompe completamente con la idea que se tiene de la conquista de América y su colonización: “La conquista y colonización de América por parte de los españoles habría sido imposible sin la ayuda de los nativos americanos”. Sorprendente, ¿no? ¿Y por qué enuncio esta idea? Porque a lo largo y ancho de la conquista y colonización del nuevo continente las alianzas entre nativos y españoles fueron constantes y muy habituales. ¿Cómo se explicaría queHernán Cortés con su ejército de aproximadamente 350 hombres venciese en durísimas batallas a ejércitos de varias decenas de miles de guerreros nativos? Aparte de la pericia y la inteligencia del conquistador, hecho innegable, esto fue posible gracias a que detrás de esa “pandilla” de españoles había alianzas con otras naciones nativas que proporcionaban apoyo de todo tipo, entregando y disponiendo de otras decenas de miles de guerreros pero, esta vez, aliados.
Para detallar un poco más este escabroso asunto podemos empezar por el mismísimo Cristóbal Colón, que llegó a las nuevas tierras allá por finales del siglo XV con la consigna clarísima de que había que entablar contacto con los nativos de forma amistosa, saludarles, darles regalos y preguntarles por las rutas y productos existentes. Es lógico que cuando se llega a un lugar sin saber nada o muy poco sobre el mismo tu mejor guía, asesor y ayudante va a ser el que sí lo conoce. Lonely Planet aún no existía. ¿Cómo vas a maltratar a tus propios guías?
Durante el primer viaje de Descubrimiento las relaciones con los nativos siempre fueron amistosas y sin mayores problemas, excepto alguna flecha lanzada desde la playa que no pasó a mayores. Las primeras peleas comenzaron cuando algunas tribus nativas, años después, vieron con preocupación que los extranjeros llegaban para quedarse y no simplemente para buscar algo, encontrarlo y llevárselo. Como ocurrió en las islas antillanas con las rebeliones taínas, pero en la mayoría de ellas siempre había tribus aliadas con los españoles como la del cacique Guacanagarix en la isla Española y Agueybanay Caguax en la isla de San Juan (actual Puerto Rico).
Más adelante continuando con la conquista en el continente Hernán Cortés no venció por sí solo y sus 300 hombres a todo el imperio mexica, como decía en el inicio de este artículo, lo hizo gracias a sus alianzas con distintas tribus nativas que iba conociendo por el camino a Tenochtitlán, no todas querían aliarse y se levantaban en armas pero en cuanto eran derrotadas y viendo que gracias a estos hombres llegados de más allá del océano iban a poder derrotar la tiranía queMoctezuma disponía sobre esos pueblos se aliaban con ellos. Ejemplo de ello son las alianzas con los tlaxcaltecas,xochimilcos, otomíes, huejotzingos, cholusenses, chinantecos, chalqueños, etc. Mediante ellas, con la dirección de Cortés y sus hombres y la coordinación de los jefes y caciques de estos pueblos mesoamericanos fue posible tumbar al imperio mexica.
Poco después de la conquista de los mexicas, Pedro de Alvarado, uno de los capitanes de Cortés, partió hacia el sur a la conquista de Guatemala llevándose en su ejército tlaxcaltecas y otros mesoamericanos. Una vez en territorio guatemalteco se alió con los cakchiqueles para derrotar a los quichés, los zutuhiles y los pipiles. Y pasado un tiempo los quichés se unieron a los españoles para vencer a los cakchiqueles. El interés circunstancial estaba a la orden del día y no una supuesta lucha racial entre los nativos y los recién llegados.
Igualmente, Francisco Pizarro tras capturar a Atahualpa no dio por finalizada la guerra ya que quedaron plenamente operativos los ejércitos incaicos de los generales Quizquiz y Rumiñahui, con los que tuvo que enfrentarse en Cuzco y enQuito, y a los que venció gracias a las alianzas que acordó con los pueblos chachapoyas, huancas y cañaris. Estos pueblos habían sido previamente invadidos y sometidos por los incas durante el período de expansión de su imperio. Los cañaris también se unieron a las huestes de Sebastián de Benálcazar en su conquista del reino de Quito.
Podría seguir añadiendo alianzas de tribus nativas con conquistadores y colonizadores españoles pero creo que estas son más que suficiente para demostrar que los indígenas en su totalidad no eran enemigos de los primeros españoles que llegaron al continente americano, sino más bien al contrario: fueron sus aliados principalmente para que les ayudasen a vencer a otras tribus nativas que eran enemigos entre sí. Y con esto nos acercamos a otro de los argumentos falsos de la leyenda negra y del indigenismo actuales: que la América prehispánica era un paraíso en la tierra en la que vivían los nativos en paz y armonía. Completamente falso: había numerosas guerras y enfrentamientos salvajes entre ellos y muchas de ellas utilizaron a los españoles como apoyo para salir victoriosos de ellas. Ya se sabe, política pura y dura.
VI PARTE
Diferencias Entre Las Conquistas Española E Inglesa De América
Cuando se habla de la conquista y colonización de América, la idea general es que los españoles, destacando Hernán Cortés o Pizarro, entraron arreando en el nuevo mundo, masacrando sistemáticamente a toda población indígena que se iban encontrando. Es cierto que hubieron masacres y se hicieron actos de dudosa ética por parte de los españoles, pero nada es comparable a las masacres realizadas por los conquistadores ingleses. Pero, ¿por qué entonces se sabe tanto de lo “malos” que eran los españoles y lo “buenos” que eran los ingleses? pues por culpa de la Leyenda Negra Española, un conjunto de exageraciones, ocultaciones y tergiversación de la historia difundidas por las potencias contrarias para crear una idea desfavorable y generalizada de un país, en este caso de España.
Pero ya hablaré sobre la Leyenda Negra en otros posts, vamos a ceñirnos al tema de la conquista de América. Para eso voy a tratar las diferencias entre conquista española e inglesa, e intentar asi mostrar como fué todo realmente.
1. LUGAR
Los españoles se expandieron por toda Centroamérica y América del sur. Ahí existían muchas civilizaciones desarrolladas (Maya, Azteca, Inca) además de tribus nómadas. Una guerra contra estas civilizaciones (tal como popularmente se cree) hubiese supuesto la aniquilación de las pocas fuerzas coloniales que iban desembarcando irregularmente en el continente (hacer un viaje transatlántico en esa época no era precisamente como coger el ferry melillero). Establecieron comercio con ellos, montaron sus asentamientos cerca o incluso dentro de las ciudades nativas, crearon alianzas para luchar contra otros pueblos de allí (hay que tener en cuenta que, al igual que en Europa, los diferentes pueblos nativos también estaban en guerra entre ellos, sin contar otros colonizadores que iban llegando).
Por el contrario, los ingleses se expandieron por el norte (EEUU y Canadá), donde encontraron tribus, la mayoría nómadas, con un nivel de desarrollo muy bajo en comparación con el sur. Estos colonos aniquilaban y expulsaban a las poblaciones que iban encontrando para colocar ellos sus asentamientos.
2.TIEMPO
Los españoles empezaron a colonizar América en el siglo XV. España todavía era una sociedad prácticamente medieval, por lo que el tema religioso era muy importante. Además, la reconquista estaba muy reciente, y muchos consideran la colonización de América como una extensión de la propia reconquista.
Los ingleses llegaron a América a partir del siglo XVII, unos 200 años después que los españoles. Ya habían pasado la ilustración y la reforma, y estaban inmersos en una sociedad capitalista. Irónicamente, aunque contaban mayor desarrollo cultural, trataron a la población nativa de una manera más frívola y cruel.
3.OBJETIVO
Al ser una sociedad medieval, el objetivo de la conquista española era la evangelización y españolización de los nativos (enseñar la religión, costumbres, idioma…). La mayor preocupación de los monarcas españoles era hacer llegar la religión católica a todos estos pueblos, y considerarlos como nuevos súbditos, y favoreciendo así al Cielo. Esto era porque los españoles consideraron a los nativos como personas poseedoras de alma, los cuales se podían adoctrinar.
El objetivo de la conquista inglesa era puramente comercial. Por lo tanto buscaban obtener el máximo beneficio posible creando rutas comerciales y explotando la tierra sin importar nada más o a quien perjudicaban. No se preocuparon por enseñar costumbres o religión a los nativos, ya que ni siquiera los consideraban como seres humanos. Es más, pensaban que los nativos debían ser exterminados para dejar paso a los ingleses
4. ECONOMÍA
Los colonos españoles basaron su economía sobre todo en la minería, seguido por la agricultura y ganadería. Los nativos eran considerados por los colonos como “mano de obra barata” sin embargo eran personas libres.
La economía de los colonos ingleses se basaba en la agricultura y ganadería. Rápidamente adoptaron la mano de obra esclava para explotar los campos. Al escasear mano de obra que esclavizar en el propio país, por haber sido casi exterminada, fue necesario traer esclavos de África para mantener la economía (iniciándose el Comercio Triangular, pero eso es otro tema).
5. DESARROLLO POSTERIOR
Entre la evangelización, el comercio y la integración, se produjo un mestizaje entre pobladores y colonos, y una fusión entre sus costumbres. Es por eso que en América del sur puede verse como existe un fuerte vínculo cultural entre la actual y las culturas precoloniales.
Los ingleses excluyeron a los nativos de su sociedad. Estos nativos tuvieron que desplazarse constantemente mientras las colonias crecían, y recluyendolos en reservas para que no molestasen al desarrollo, mermando su número hasta casi su desaparición. En la sociedad norteamericana y canadiense actual no existe ningún tipo de vínculo con las culturas precoloniales.
VII PARTE
“Los Indios Eran Engañados Por Los Españoles Al Cambiar Cuentas De Colores Y Espejitos A Cambio De Oro”.
Pues sí, esta es una de las historias y tonterías de los defensores y aceptantes de la leyenda negra para criticar y ensañarse con el malvado y ávaro español que engañaba al inocente y casi tonto nativo. Vienen a decir que al europeo esas cuentas de colores, cascabeles y espejitos no les costaba prácticamente nada y sin embargo obtenía a cambio los pequeños adornos de oro que los nativos llevaban encima. Todo un negociazo del avaricioso español a costa del pobre e inexperto nativo.
Pues bien, ¿nadie se ha parado a pensar que cada uno tiene una forma de valorar las cosas? Normalmente es la cantidad lo que determina el valor de las cosas, es decir, cuantas menos existencias hay de cualquier producto sube su valor, sin embargo si hay mucha cantidad tiende a bajar dicho valor. Y siendo más concretos, para los indios el oro era una simple piedra con la que adornarse las orejas, el cuello o la nariz. Su obtención era fácil ya que los ríos antillanos transportaban numerosas de esas piedrecitas, pero esas cuentas, esos cascabeles y esos espejitos de colores tan brillantes y vivos que traían los extranjeros no los habían visto en la vida, ¡¡eran una maravilla!! se pegaban por obtenerlos porque en su isla no los habían visto jamás, nadie los producía, ni la naturaleza ni ninguna persona, por lo que para ellos esos objetos tenían un valor inusitado, mucho más valor que esas piedrecitas amarillas que cogían fácilmente de sus ríos. ¡Esos extranjeros son tontos! Les engañamos con nuestras piedrecitas de oro que no valen nada y nos dan esos valiosísimos cristales tan bonitos. Seguro que más de un indígena lo pensó.
Del mismo modo y hablando sobre el oro, al nativo solo le servía para adorno y poco más, sin embargo para el español el oro no era solo una piedra preciosa, era un objeto cambiario, con valor de moneda para poder comprar otras cosas de las que no disponía. Por lo que la percepción sobre esta piedra cambia mucho según de la perspectiva que se tome.
Creo que de esta manera queda bien explicado que el intercambio de cuentas y espejitos por oro fue un simple y amistoso acuerdo entre los recién llegados y los habitantes de las costas antillanas, no hubo abuso, ni intención de engañar y cada uno obtuvo lo que consideró más valioso para sí mismo. Nada que criticar ni que censurar. Un encuentro entre dos culturas desconocidas mutuamente y que tenían distinta forma de ver las cosas, y de valorarlas.
VIII PARTE
Provisión De Los Reyes Católicos A Ovando Para El Buen Trato De Los Indios
Provisión mandando al Comendador Ovando que compela a los Indios á tratar con los cristianos y á trabajar, pagándose les su jornal y mantenimiento , juntándose para ser doctrinados como personas libres que lo son y no como siervos.
(En español antiguo )
“Doña Isabel, por la gracia de Dios, Reina de Castilla, de León &c. : Por cuanto el Rey mi Señor é Yo por la instrucción que mandamos dar á D. Fr. Nicolás de Ovando, Comendador mayor de Alcántara, al tiempo que fue por nuestro Gobernador á las islas y tierra-firme del mar Océano, hobimos mandado que los Indios, vecinos y moradores de la Isla Española fuesen libres y no sujectos á servidumbre, según mas largamente en la dicha instrucción se contiene, y agora soy informada que á causa de la mucha libertad que los dichos Indios tienen huyen y se apartan dé la conversación y comunicación de los cristianos; por manera que aun queriéndoles pagar sus jornales no quieren trabajar, y andan vagamundos, ni menos los pueden haber para los doctrinar y traer á que se conviertan á nuestra Sancta Fe Católica, y que á esta causa los cristianos que están en la dicha isla y viven y moran en ella no hallan quien trabaje en sus granjerias y mantenimientos, ni les ayudan á sacar ni coger el oro que hay en la dicha isla, de que á los unos y á los otros viene perjuicio; y porque Nos deseamos que los dichos Indios se conviertan á nuestra Sancta Fe Católica , y que sean doctrinados en las cosas della, y porque esto se podria mejor facer comunicando los dichos Indios con los cristianos que en la dicha isla están, y andando y tratando con ellos, y ayudando los unos á los otros para que la dicha isla se labre y pueble y aumenten los frutos de ella, y se coja el oro que en ella hobiere, para que estos mis Reinos y los vecinos dellos sean aprovechados, mandé dar esta mi Carta en la dicha razón: por la cual mando á vos el dicho nuestro Gobernador que del dia que esta mi Carla viéredes en adelante compeláis y apremiéis á los dichos Indios que traten y conversen con los cristianos de la dicha isla, y trabajen en sus edificios en coger y sacar oro y otros metales, y en facer granjerias y mantenimientos para los cristianos, vecinos y moradores de la dicha isla, y fagáis pagar á cada uno el dia que trabajare el jornal y mantenimiento que según la calidad de la tierra y de la persona y del oficio vos pareciere que debieren haber, mandando á cada Cacique que tenga cargo de cierto número de los dichos Indios para que los haga ir á trabajar donde fuere menester, y para que las fiestas y dias que pareciere se junten á oir y ser doctrinados en las cosas de la fe en los lugares designados; y para que cada Cacique acuda con el número de Indios que vos les señaláredes á la persona ó personas que vos nombrárales para que trabajen en lo que las tales personas les mandaren, pagándoles el jornal que por vos fuere tasado; lo cual hagan é cumplan como personas libres como lo son , y no como siervos : é faced que sean bien tratados los dichos Indios, é los que dellos fueren cristianos mejor que los otros; é non consintades ni de lugar que ninguna persona les haga mal ni daño ni oiro desaguisado alguno: é los unos ni los otros no fagades nin fagan ende al por alguna manera, so pena de la mi merced y de diez mil maravedís para la mi Cámara á cada uno que lo contrario ficiere; y demás mando al horae que les esta mi Carta mostrare que los emplace y parezcan ante Mi en la mi Corte do quier que Yo sea del dia que les emplazare, fasta quince dias primeros siguientes , so la dicha pena so la cual mando á cualquier Escribano público, que para esto fuere llamado, que dé ende al que se la mostrare testimonio sinado con su sino, porque yo sepa cómo se cumple mi mandado.
Dada en la Villa de Medina del Campo á veinte días del mes de Diciembre, año del Nascimienlo de nuestro Señor Jesucristo de mil y quinientos y tres años.=YO LA REINA.=Yo Gaspar do Gricio, Secretario del Rey y de la Reina nuestros Señores, la fice escrebir por su mandado de la Reina nuestra Señora. Y en las espaldas de la dicha Carta está escripto y firmado lo siguiente; Jo. Eps. Gartbag.=Franciscus Licencialus.=Jo.Licenciatus.=Fernandus Tello Licencialus.=Licenciatus Carbajal.=Licenciatus de Santiago.=Registrada.=Licenciotus Polanco.=Francisco Diaz, Chanciller &c.”
FUENTE : http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2016/03/leyenda-negra-la-esclavitud-la-trajeron-los-espanoles/
Publicado por
JANUA COELI-PUERTA DEL CIELO CENTRO DE APOSTOLADO CATÒLICO
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8:53
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