martes, 13 de diciembre de 2016

CRUZADOS HOY ? - ORDO MILITARIS CATHOLICUS



Por Luis Álvarez Primo

Nos encontramos en Richmond, New Hampshire, Estados Unidos, en las instalaciones del Saint Benedict Center donde se desarrolla su Conferencia Anual bajo el título “Keeping the Counter reformation going” (Manteniendo vivo el espíritu de la Contrarreforma). Como parte del programa, asisitmos a la presentación de la iniciativa: “A true work of mercy: A new order of Crusaders” (Una verdadera obra de misericordia: una nueva orden militar de cruzados). Para conocer más al respecto entrevistamos a su inspirador el hermano franciscano Alexis Bugnolo. Director del gran Archivo Franciscano, traductor de la obras de San Buenaventura, y de San Francisco de Asís, y responsable de la extraordinaria y magnífica edición de los cuatro libros con el comentario de San Buenaventura al libro de las sentencias de Pedro Lombardo. El Hermano Bugnolo es quizá el más grande medievalista experto en las cruzadas en el mundo hoy.

Luis Álvarez Primo: Hermano Alexis, ¿podría informar a los católicos argentinos con más detalle sobre esta iniciativa, esta nueva orden militar de cruzados católicos?

Alexis Bugnolo: La Ordo Militaris Catholicus es una iniciativa de defensa y seguridad internacional de católicos para hermanos y hermanas católicos que sufren persecución a causa de su fe, y cuya defensa y liberación requiere intervención militar y acciones de seguridad en el marco de las leyes nacionales e internacionales en los lugares donde se solicite y se permita nuestro ingreso.

LAP: ¿Dónde se encuentra la Orden?

AB: A fin de cumplir con los objetivos de nuestra asociación religiosa, hemos constituido en los Estados Unidos una Sociedad Anónima en Wyoming (a Wyoming C-Corporation) , con el nombre legal de Ordo Militaris Inc, (“Private Military Corporation”) para llevar a cabo las iniciativas de defensa y seguridad que la Asociación decida emprender. Ya está a poco de concretar la adquisición de un campo de entrenamiento en un monasterio abandonado.

LAP: ¿Cómo se vincula esta orden con los cruzados de antaño?

AB: Se inscribe en la tradición de los valientes católicos de la Edad Media, quienes dejaban familia, hogar y nación para ir al extranjero al rescate de cristianos perseguidos por su Fe, dando su vida y miembros. Aquellos católicos tenían claro el derecho y el deber de armarse en defensa del reino incoado de Cristo, de la Iglesia y de la Fe. Los cruzados, a diferencia de la mayoría de los católicos de hoy, no habían sido desarmados intelectual, psicológica, moral y espiritualmente por la masonería, como sucediera en la modernidad bajo el liberalismo y su perversa doctrina de la tolerancia, hasta el día de hoy. Sin el derecho a defendernos con las armas no somos verdaderamente libres. Tal es la prisión mental e ideológica en que la masonería ha metido a los católicos, haciéndonos perder el sentido común católico. De ese molde, de esa prisión ideológica masónica, de esa cerrazón mental, debemos liberarnos. De manera que hemos emprendido esta iniciativa de defensa y seguridad muy concreta, a fin de armar voluntarios que se integren a milicias para socorrer a católicos y cristianos en situación de grave riesgo; por ejemplo, hoy en Irak, donde todavía están siendo masacrados por ISIS o DAESH. En Irak hasta hace poco había más de tres millones de cristianos y católicos, asentados ahí desde hace 2000 años, que vivían en paz. Hoy, después de tanta destrucción y genocidio, sólo quedan seiscientos mil y en estado de extrema necesidad, tanto de ayuda humanitaria como de soluciones de seguridad, que sólo una asociación privada militar puede ofrecer legalmente.

LAP: ¿Qué recepción tiene esta iniciativa entre los católicos?

AB: Algunos reaccionan positivamente y se acercan para colaborar de diverso modo. Otros, a pesar de que se llenan la boca hablando de la Vendée o de los Cristeros, se escandalizan o disimulan con escepticismo o se dan aires de superado pragmatismo.

LAP: ¿Qué distingue a esta iniciativa de otras de carácter humanitario?

AB: Nuestro esfuerzo es de carácter transnacional en el marco de las leyes y convenciones internacionales y se lleva a cabo en aquellos lugares donde nos lo solicitan. No tiene carácter político-partidario. Tiene una clara impronta moral y espiritualidad católicas, y un método de colaboración e intervención privado distinto de los programas y políticas de los estados nacionales soberanos. En una palabra, reitero, aspiramos a aportar soluciones específicas en materia de defensa y seguridad con la más elevada rectitud moral, y conscientes de que nuestra época tiende a ver en la religión un problema de seguridad más que una solución.

LAP: ¿Quiénes integran la Orden?

AB: Esta sociedad religiosa está conducida por veteranos de guerra norteamericanos católicos que desean servir a Jesucristo, Rey de Reyes y Príncipe de la Paz. Se integran con el grado militar obtenido al dejar el servicio activo. Ofrecemos a los veteranos de guerra norteamericanos o de otros países, con convicciones cristianas profundas y arraigadas, un modo único de aportar su experiencia profesional, sus habilidades y vocación al servicio de la defensa de hermanos en Cristo, indefensos y desamparados, en distintos lugares del mundo. También recibimos a aquellos que tengan vocación de adquirir experiencia militar y una formación moral católica sólida, a fin de cooperar en los fines de la Orden. Aspiramos a la formación de capítulos o subsidiarias de la Orden en otros países. Disponemos de una Regla que organiza y dirige la Orden. Un Gran Maestre, un Consejo de Doce Miembros y Consejos de Comandantes de Campo que se integran conforme las circunstancias de cada operación. Hay tres grados dentro de la Orden y un proceso y una ceremonia de iniciación que culmina en una promesa temporal estipulada de servicio. En nuestra página pueden informarse sobre cómo incorporarse, como colaborar, etc.

LAP: ¿Cómo se financian?

AB: Al tiempo que asumimos esfuerzos de asistencia humanitaria, en forma directa o a través de la provisión de soluciones de seguridad, llevamos adelante una robusta estrategia de negocios a fin de poder sufragar nuestros servicios y apoyar iniciativas humanitarias en curso, que requieran soluciones de seguridad en zonas de alto riesgo. Para lo cual ya hemos emitido y ofrecido al mercado dos series de acciones para inversiones de capital ‒no para la financiación de gastos corrientes u operativos‒ acciones serie “Y01- Y99” para la adquisición de una Campo de Entrenamiento y acciones serie “T01-T99” para la apertura de Capítulos en diversos lugares del mundo y, naturalmente, recibimos donaciones de diverso tipo.

LAP: ¿Existe hoy alguna entidad católica similar en el mundo?

AB: En la actualidad, y a través de todo el mundo occidental, no se registra una iniciativa cristiana de este tipo que combine seguridad y defensa junto a ayuda humanitaria, en un auténtico espíritu católico, en parte debido a que las obras de beneficencia clásicas o sin fines de lucro están legalmente excluidas de los programas de defensa y seguridad, y en parte porque desde hace algunos siglos las actividades de defensa y seguridad con carácter humanitario han caído en el olvido.

LAP: ¿La Orden aspira a difundirse por el mundo católico?

AB: Como dije antes, como parte de nuestra estrategia transnacional, buscamos establecer capítulos o subsidiarias en el extranjero a fin de aprovechar las diversas ventajas que ofrece una presencia internacional, así como la riqueza y variedad de recursos y talentos específicamente católicos de quienes comparten y valoran nuestro esfuerzo dentro del mundo católico.

LAP: ¿Por qué la Ordo Militaris se han dado la forma jurídica de una Sociedad Anónima o “Corporation”?

AB: Hemos establecido una sociedad privada militar, la Ordo Militaris Inc, con la forma jurídica de una Sociedad Anónima (Corporation C) asentada en Wyoming con fines de lucro, a fin de poder operar dentro de la ley de los Estados Unidos, con acceso a contratos de defensa, financiamiento de iniciativas cristianas de seguridad y defensa lícitas en el extranjero, y entrenamiento y formación de voluntarios que deseen servir con nosotros en misiones en el exterior.

LAP: Hermano Alexis, lo esperamos en la Argentina para fundar un capítulo de la Orden!

AB: con todo gusto; en cuanto se den las condiciones, va a ser un gran gusto ir a la Argentina a fundar un capítulo de nuestra Orden con todos los católicos que deseen participar y colaborar en esta iniciativa católica, que es y será, por la gracia de Dios, parte del renacimiento de una civilización católica.


La Regla de la Ordo Militaris Catholicus

1. A todos los católicos que desprecian una vida mediocre, la cual consiste en vivir para sí, y a quienes aspiran a mantener, proteger y servir la Fe Cristiana y el Reino de Nuestro Señor Jesucristo, en la tierra, mediante la defensa y la liberación de sus hermanos católicos, aún a riesgo de su propia vida y cuerpo, y a quienes han llevado una vida mundana, en la cual el servicio a Jesucristo no era su única ambición, los exhortamos a asumir la Compañía y la Hermandad de la Cruz con hombres a quienes Dios ha elegido de una masa de perdición y a quienes ha ordenado, a través de su Graciosa Misericordia, defender a la Santa Madre Iglesia, urgiéndolos a unirse en su compañía para siempre.

2. Por sobre todas las cosas, quien vaya a ser miembro de nuestra Orden debe unir en su profesión de fe, un espíritu de resuelta prontitud y diligencia junto a una firme determinación en la perseverancia, las cuales son manifestaciones de valor, santidad y nobleza, que si se preservan sin mancha en la vida, les hará merecedores de un lugar en la compañía de los mártires que dieron sus vidas por Cristo Jesús.

Aquí comienza la Regla de la Ordo Militaris Catholicus

3. Que todos los católicos que renuncian a su propia voluntad para servir al Soberano Rey del Universo, Cristo Nuestro Señor, para la salvación de sus almas, y durante un período estipulado de tiempo en esta Orden, se esfuércen en todo tiempo y lugar, con pureza de deseo, a fin de escuchar Misa diaria, doquiera se hallen, y si eso no fuere posible, recen doce Padrenuestros con un Requien Aeternam por las almas necesitadas. Y reciban la sagrada Eucaristía con las debidas disposiciones; si es necesario, después de piadosa confesión.

4. Si un soldado u otro hombre de cualquier condición desea dejar atrás la masa de perdición y abandonar una vida mundana y compartir nuestra empresa, no se le consienta ser recibido inmediatamente, pues como enseña el apóstol San Pablo, “Prueba cada espíritu para ver si es de Dios”. Pero si se lo hallare aceptable para cualquiera de los grados de pertenencia, léasele esta regla en voz alta, y si manifiesta voluntad de observarla celosamente, y agrada al Maestro o a su Delegado y a los Hermanos del lugar reunidos en capítulo, permítasele solicitar su incorporación a la Orden con un corazón puro, poniendo su mano derecha sobre el Evangelio, prometiéndose así, con rodilla genuflexa delante de la Cruz de Nuestro Señor:
Por el amor a Jesucristo, Nuestro Rey y Señor, prometo el servicio de “x” número de años con el grado de -------------------- (grado de servicio) en defensa de mis hermanos cristianos y para la liberación de personas, propiedades y tierras, aún a riesgo de mi vida y miembros; para cuyo propósito prometo obediencia al Maestro de la Orden y sostener la Cruz de Cristo. A lo cual todos los hermanos reunidos responderán:
“Deus Vult! No hay mayor amor que dar la vida por amor a los hermanos! Fiat! Fiat! Amen!” Después de lo cual el Maestro o su Delegado dará al nuevo hermano una cruz de madera que deberá besar con reverencia. Ya de pie, que el Maestro o su delegado le impongan la insignia de Nuestra Orden diciendo: Benditos los hombres que merezcan portar nuestra insignia. Que sean suyos el honor y la gloria en el mundo por venir. Y que los hermanos le den la bienvenida.

5. Que en la Orden haya tres grados de servicio: Hombre de Voluntad, Hombre de Servicio y Hombre de Listas. El Hombre de Voluntad provee a sus propios gastos y no recibe salario; el Hombre de Servicio no busca salario pero acepta de la Orden un aporte para gastos; y el Hombre de Listas por las necesidades de su familia acepta un módico salario. Que el primero sea honrado, que al segundo se le agradezca y al tercero se lo respete.

6. Que todos los nuevos hermanos que alcanzaron rango militar en el mundo antes de su profesión de fe, conserven su rango en la Orden. Quienes fueron oficiales, que revisten entre los comandantes de campo: Los religiosos o clérigos que revisten como nuestros comandantes de consejo. Y que todos aquellos que se distingan en la batalla reciban el debido reconocimiento y honor.

7. Es obligación del Maestro y del Consejo decidir en todas las cosas relativas a la Orden; pero es deber del Consejo de Comandantes en el Campo planificar y ejecutar todas las operaciones militares y de seguridad decidas por la Orden. Que el Maestro sea uno y que los miembros del Consejo sean 12; que el Consejo de Comandantes sea integrado por tantos como sea necesario y útil y que todos los hermanos les obedezcan.

8. Que todos los hermanos con buena salud se abstengan de comer carne los viernes, en honor de la Pasión de Nuestro señor, excepto en Navidad, y que ningún hermano permita que otro se emborrache en ninguna época del año. Que nadie consuma nada que pueda alterar la disposición natural del cuerpo a su pureza o de la mente a la sobriedad.

9. Que todos los hermanos celebren las fiestas en honor de los patrones de Nuestra Orden con misa y una comida en común, siempre que esto sea posible.

10. Que ningún hermano provoque a enojo u ofensa de otro; tratando todos de mantener la paz y moviendo a la reconciliación cuando haya habido ofensa.

11. Que ningún hermano blasfeme o tome en vano el Nombre del Señor y de los santos, tratando de desarraigar ese vicio en los hábitos del habla. Y sopórtense unos a otros con paciencia sin desviarse de lo que es recto y justo en la Fe Católica.

12. Que ningún hermano transgreda la modestia cristiana, ni permita que otro lo haga; y que ninguno se permita nada conducente al vicio de impureza.

13. Que todos mortifiquen la carne tanto como sea necesario a su constitución particular; y que ninguno induzca a otro a la glotonería o el vicio.

14. Que todos los hermanos civiles, se esfuercen para entrenarse en las artes militares y en el discernimiento requerido para el  uso de las armas para el bien y no según las pasiones. Que custodien y protejan los bienes de la Orden y no permitan su mal uso o saqueo por parte de hermano o de enemigo. Y mantengan los equipos de combate en buen estado y listos para su uso.

15. Que todos los hermanos se encomienden a sí mismos y sus obligaciones a la Protección de la Sagrada Virgen María, bajo cuyo manto y por esta Regla hemos colocado a Nuestra Orden, y a todos aquellos a quienes servimos por amor a su Hijo. Amén.

Recomendamos que todos los que desean unirse a Nuestra Orden, primero lean este corto artículo sobre la obligación moral que se impone mediante la Promesa de cumplir nuestra Regla. Pledge of our Rule.
© 2016, Ordo Militaris Inc. All rights reserved.


Para comunicarse con el autor de la entrevista: luis.alvarezprimo@gmail.com



Este documento se me fue enviado vía email.
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martes, 11 de octubre de 2016

HISPANIDAD





El día 12 de octubre de 1492 la expedición capitaneada por Cristóbal Colón llegaba a la isla Guananí, en el archipiélago de las Bahamas. Sin que ellos los supieran, estaban estableciendo el primer contacto entre los continentes europeo y americano. La idea de hacer coincidir la Fiesta Nacional de España con esta fecha fue del escritor Ramiro de Maetzu, que en un artículo llamado "La Hispanidad", afirmaba: "El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad". 

La primera vez que se celebró el Día de la Hispanidad fue en 1935, aunque legalmente la fiesta no fue regulada hasta 1958, momento en el que el país se encontraba bajo la dictadura militar de Franco. Actualmente, la celebración viene contemplada por la ley 18/1987, que omite el término "Día de la Hispanidad", y solo se refiere a "Fiesta Nacional". Según expresa el Boletín Oficial del Estado, "la fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos".

De esa manera, con la evangelización se apagó en esta región del mundo el fuego satánico de la idolatría quedando libres muchos naturales para disponer de la nueva y santa Fe.  

Ave María gratia plena ...amén.
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martes, 9 de agosto de 2016

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS FALSEO CIFRAS



Bartolomé de Las Casas no es el malo de la película, aunque tampoco es el bueno. Para defender una causa justa se valió de datos falsos o poco precisos, que más tarde empleó la propaganda extranjera con el propósito de levantar la Leyenda Negra contra España. En verdad, algunos conquistadores aprovecharon las encomiendas para abusar de los indígenas en contra de las recomendaciones de la Corona española, pero las cifras fueron exageradas adrede para que la voz de los críticos fuera escuchada. ¿20 millones de muertos causados por la violencia y abusos de los conquistadores? Los extranjeros dieron por buena esa cifra hasta que los propios enciclopedistas franceses cuestionaron su verosimilitud. El daño, no obstante, ya estaba hecho.
Nacido en Sevilla a finales del siglo XV, Fray Bartolomé de Las Casas era hijo de uno de los hombres que acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes y, él mismo, viajó en 1502 al Nuevo Mundo. Durante esta primera estancia en América, el sevillano se convirtió en encomendero, que era una forma de esclavitud encubierta.

Encomiendas, una esclavitud silenciosa

Esta institución sirvió para canalizar la ambición de los conquistadores de un sistema feudal en América, ante la incapacidad de las fuerzas reales de hacer valer su autoridad. Como explica el libro «La empresa de América: los hombres que conquistaron imperios y gestaron naciones» (EDAF), el proceso consistía en «encomendar» a un grupo de indígenas a un conquistador, un encomendero, como si se tratara de un vasallaje pero sin cesión de tierras.
Retrato de Bartolomé de las Casas
Retrato de Bartolomé de las Casas- Wikimedia
Todo indígena varón entre los 18 y 50 años de edad era considerado tributario, lo que significaba que estaba obligado a pagar un tributo al Rey en su condición de «vasallo libre» de la Corona castellana o, en su defecto, al encomendero que ejercía este derecho en nombre del Monarca. Las encomiendas, no en vano, eran una cesión de los Reyes Católicosa cambio de que los conquistadores corrieran con los gastos de la evangelización, pues debían pagar, entre otros costes, el hospedaje del cura doctrinero.
En 1510, Bartomomé de Las Casas se ordenó como sacerdote y en los años siguientes ejerció como capellán castrense. ¿Cuándo se encendió en su ánimo esa preocupación por los indígenas? Tradicionalmente se emplaza sus preocupaciones a la matanza de indios en Caonao y la tortura del cacique Hatuey, en Cuba. Sin embargo, no sería hasta 1523 cuando ingresó en la Orden Dominicana y empezó su campaña en defensa de la población indígena y en contra de las encomiendas. Su texto clave fue «La Brevísima relación», dedicada al Príncipe Felipe con la intención de que el futuro Rey de España conociera las injusticias que cometían los españoles en América.

Guillermo de Orange ataca a España

El libro iba dedicado al Príncipe Felipe, pero quien más rédito le sacó a largo plazo fue Guillermo de Orange, el hombre que encabezaba en los Países Bajos la rebelión contra el Imperio español. Orange buscaba la forma de debilitar a España a través de la propaganda y se valió de las exageradas cifras del dominico para criticar la conquista de América y pintar a los españoles como esclavistas crueles. Coincidiendo con las negociaciones entre el nuevo gobernador de los Países Bajos, Alejandro Farnesio, y los líderes de las provincias de Flandes más católicas para volver a obedecer al Rey español, lo que vendría a llamarse la Unión de Arras, apareció enAmberes la primera edición francesa de la Brevísima.
El protestante flamenco que tradujo el texto le dio un título largo pero muy intencionado: «Tyrannies et cruautés des Espagnols perpétrées ès Indes occidentales, qu'on dit le Nouveau Monde, brièvement décrites par l'évêque don frère Barthélemy de Las Casas ou Casaus, de l'ordre de saint Dominique, traduites par Jacques de Migrode pour servir d'exemple et d'avertissement XVII provinces du pays». La estrategia de Orange pasaba por advertir a los católicos de que entenderse con los españoles era hacerlo con opresores de naciones, como así lo habían demostrado en las Indias, que no tardarían en hacer lo mismo en los Países Bajos.
Fragmento del mural donde Diego Rivera muestra el desembarco de Cortés en Veracruz
Fragmento del mural donde Diego Rivera muestra el desembarco de Cortés en Veracruz
Las traducciones de la Brevísima se multiplicaron en Europa y alcanzaron un número superior a las 62 ediciones. Y por si quedaba alguna duda en el título sobre la maldad de los hispánicos, el traductor sustituyó todas las menciones a los cristianos por la palabra españoles, lo cual tergiversa completamente el texto original del fraile. Como apunta el hispanista Josep Pérez en su libro «La leyenda negra» (Gadir), la intención de Bartolomé de Las Casas era «mostrar la contradicción entre el fin, la evangelización de los indios, y los medios utilizados: la guerra, la esclavitud, el trabajo forzoso, los malos tratos; porque así no se comportaban los cristianos sino los mahometanos. El que fueran españoles era secundario». Es decir, que la crítica no estaba enfocada contra los españoles, sino contra los malos cristianos.
El artículo 35 prohibía directamente las encomiendas y el artículo 31 ordenaba que los indios sometidos a encomiendas.
Pero más allá de este uso propagandístico, el trabajo de Las Casas buscaba acabar con los abusos y se engloba dentro de la mala fama que arrastraban los conquistadores, incluso a ojos de la Corona. La orden de los dominicos, la mayoría de teólogos y los profesores más eminentes, entre ellos Francisco de Vitoria, cargaban sin descanso contra la actuación de algunos conquistadores, a los que retrataban como gente violenta, grosera y carente de perspectiva. El fraile español fue muy influyente en la corte castellana y consiguió materializar sus protestas en 1542, con las Nuevas Leyes para el Tratamiento y Preservación de los Indios, que acabaron de golpe con la indefinición legal reinante en América.
Estas leyes consideraban a los reinos de Indias en los mismos términos que a otros tantos dentro del Imperio español –como podía ser Aragón, Navarra, Sicilia, etc– y clasificaba definitivamente a los indios como súbditos de pleno derecho de la Corona, lo que impedía que fueran esclavizados bajo ningún supuesto. Concretamente,el artículo 35 prohibía directamente las encomiendas y el artículo 31 ordenaba que los indios sometidos a encomiendas. Pero, ya se sabe, del trecho al hecho hay mucho trecho.

Los franceses del siglo XVIII cuestionan las cifras

Otras muchas leyes para atajar los abusos se sucedieron desde Madrid –al igual que las revueltas por parte de los encomendadores– y causaron la indignación de un Rey, Felipe II, acostumbrado a que sus órdenes se cumplieran al milímetro, pero que veía en la distancia con América una barrera insalvable: «Yo he sido informado que los delitos que los españoles cometen contra los indios no se castigan con el rigor que se hacen los de unos españoles contra otros (...) os mando por ello que de aquí en adelante castiguéis con mayor rigor a los españoles que injuriaren, ofendieren o maltrataren a los indios, que si los mismos delitos se cometieses contra los españoles».
Retrato de Felipe II
Retrato de Felipe II- Museo del Prado
Las buenas intenciones de Las Casas y su éxito político solaparon algo evidente: sus cifras no se sostenían, y así lo denunciaron un puñado de autores españoles con escasa repercusión. En el extranjero la Leyenda Negra dio por ciertas las palabras del fraile y hasta el siglo XVIII no se empezaron a poner en cuestión. En «El Ensayo sobre las costumbres» (1756), Voltaire reconoció que Las Casas exageró de forma premeditada el número de muertos e idealizó a los indios para llamar la atención sobre lo que consideraba una injusticia.
«Sabido es que la voluntad de Isabel, de Fernando, del cardenal Cisneros, de Carlos V, fue constantemente la de tratar con consideración a los indios», expuso en 1777 el escritor francés Jean-François Marmontel en una obra, «Les Incas», que por lo demás está llena de reproches hacia la actitud de los conquistadores. Así y todo, la Revolución francesa y la emancipación de las colonias en América elevaron a de Las Casas a la categoría de benefactor de la Humanidad e hicieron olvidar otra vez los trabajos de Voltaire. Asimismo, la emancipación de las colonias disparó la publicación de ejemplares de «la Brevísima».
Fuentehttp://www.abc.es/historia/abci-bartolome-casas-fraile-espanol-cifras-falsas-para-denunciar-abusos-conquistadores-201607060439_noticia.html
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jueves, 21 de julio de 2016

UN ASESINO LLAMADO SIMÓN BOLÍVAR


Los crímenes “olvidados” de Simón Bolívar

Ordenó matar en 1813 a más de 2.000 españoles, de los que 1.600 eran canarios

Habían perdido la noción del tiempo los 382 españoles que hacía casi un año llevaban encerrados en aquellas mazmorras de Valencia; así como los 300 prisioneros de La Guaira y los 518 de Caracas. Mal alimentados y sedientos, con grilletes en tobillos y muñecas que les despellejaban la piel, hacinados entre vómitos, orines y heces. En las tres prisiones (e incluso entre los convalecientes en los hospitales y enfermerías improvisadas) se había corrido la voz de que iban a ser ejecutados. Sumaban 1.200 españoles (de los cuales dos tercios eran canarios) prisioneros de guerra en parte, y en parte civiles capturados sin haber entrado en batalla, por el mero hecho de haber nacido en la España peninsular o en el archipiélago canario. En efecto, la orden de ejecución dictada por Simón Bolívar había llegado a Caracas y a La Guaira el 11 de febrero de 1814. El gobernador interino de Caracas, Juan Bautista de Arismendi, uno de los insurrectos más sanguinarios y crueles de Venezuela, presidió las abyectas ejecuciones. El 12 por la mañana comenzó el exterminio tanto en Caracas como en La Guaira. Los presos fueron sacados a la calle de a dos sujetos por cadenas, a golpes y culatazos; los enfermos y heridos a rastras; los ancianos que apenas podían andar atados a sillas. Las madres, esposas e hijas que acudieron a las prisiones, desesperadas ante aquella barbarie que se iba a perpetrar a sangre fría, fueron apartadas a violentos empujones, e incluso algunas arrastradas al paredón con sus hombres. Muchos prisioneros reclamaron su libertad pagada con anterioridad con sus bienes a las autoridades rebeldes. De nada les valió.Los pelotones de fusilamiento comenzaron la masacre. Los españoles caían abatidos por el fuego. Los fusileros se turnaban con los que arrastraban al suplicio a los reos. Hasta que Arismendi ordenó no gastar más pólvora, cara y escasa, y emplear las picas, sables y machetes para acabar con la vida de aquellos famélicos desgraciados. Algunos, sabiéndose muertos sin remisión, trataron de defenderse yendo contra sus verdugos, quienes se ensañaban a estocadas y mandobles salvajes en los brazos, piernas, vientres y cabezas. La masacre continuó durante los días 12, 13 y 14. Muchos yacían agonizantes en el suelo ensangrentado y fueron rematados reventándoles la cabeza con grandes piedras. Una enorme pira se hizo con los cuerpos desmembrados, donde ardieron estando vivos aún muchos de ellos. En Valencia, presidida la ejecución por el propio Bolívar, fueron asesinados los 382 españoles durante los días 14, 15 y 16. El hedor a carne quemada y los gritos de los que agonizaban quedó grabado en la memoria de los testigos de aquella cruel masacre.
Así transcurrieron los hechos según los datos publicados en La Gaceta de Caracas nº 14 de 1815, a los que dio luz el historiador colombiano Pablo Victoria en su libro La otra cara de Bolívar (2010), bajo el sello de Editorial Planeta Colombiana, S.A. Explica Victoria que cuando Bolívar, impotente, a principios de febrero de 1814, tuvo que levantar el sitio a Puerto Cabello -defendido por José Tomás Boves y de la Iglesia, comandante del Ejército Real de Barlovento-, pidió refuerzos a Urdaneta, éste le informó de la imposibilidad de enviárselos. Lo mismo le contestaba Leandro Palacios desde La Guaira, argumentando que su guarnición escaseaba y el número de prisioneros españoles a su cargo era grande. No lo dudó el Libertador, con fecha 8 de febrero, dio orden por escrito de asesinar a los prisioneros de Caracas y La Guaira para así liberar a sus carceleros que engrosarían los refuerzos que requería. Al enterarse el arzobispo de Caracas, monseñor Coll y Prat, de las intenciones macabras de Bolívar, le escribió suplicándole por las vidas de aquellos desdichados. A lo que Bolívar contestó, con absoluta impiedad, lo siguiente: “Acabo de leer la reservada de v. s. Illma. en que interpone su mediación muy poderosa para mí, por los españoles que he dispuesto se pasen por las armas€ Mas vea v. Illma. la dura necesidad en que nos ponen nuestros crueles enemigos€ ¿Qué utilidad hemos sacado hasta ahora de conservar a sus prisioneros y aun de dar la libertad a una gran parte de ellos?… No solo por vengar mi patria, sino por contener el torrente de sus destructores estoy obligado a la severa medida que v. Illma. ha sabido. Uno menos que exista de tales monstruos, es uno menos que ha inmolado o inmolaría a centenares de víctimas. El enemigo viéndonos inexorables a lo menos sabrá que pagará irremisiblemente sus atrocidades y no tendrá la impunidad que lo aliente€ Su apasionado servidor y amigo, Q. B. I. M. de v. Illma. Simón Bolívar”. He aquí la muestra del más despreciable Simón Bolívar.
Recientemente, el catedrático de Historia de América, profesor de la ULL, el tinerfeñoManuel Hernández González, ha publicado el libroLa guerra a muerte. Simón Bolívar. La campaña admirable 1813-1815 (2015), de Ediciones Idea. En este ensayo recupera aquel Decreto de Guerra a Muerte emitido por Bolívar en la ciudad de Trujillo, en los Andes colombianos, el 15 de junio de 1813, por el que son ejecutados más de dos mil españoles de los cuales 1.600 eran canarios, sólo por el hecho de haber nacido al otro lado del Atlántico. El Libertador advertía a los españoles peninsulares y canarios (que expresamente diferenciaba) en los siguientes términos: “Contad con la vida si apoyáis la independencia; contad con la muerte si sois indiferentes”.Hernández afirma en su libro que Bolívar llevó a cabo esta política sistemática de ejecución de españoles peninsulares y canarios en actos públicos allí por donde pasaba, y que Bolívar provocó una”limpieza étnica” que acabó con la vida de ¡un tercio de la población venezolana!, en su mayoría inmigrantes, cuando ni españoles peninsulares ni canarios eran sus enemigos. Por el contrario, aquellos españoles peninsulares e isleños suponían un pilar fundamental para la economía de Venezuela y de toda la América española, y por tanto para el progreso y bienestar de sus habitantes.
Ya hubo un primer Proyecto de guerra a muerte que dictó Antonio Nicolás Briceño el 16 de enero de 1813, suscrito por Bolívar. Dice Pablo Victoria al respecto que aquel documento cambiaría la cara de la guerra para siempre, dado que hasta entonces, en los escenarios bélicos de Europa y América se había respetado la vida de los prisioneros y la de los no combatientes en la inmensa mayoría de las ocasiones. Este documento “no era más que un desconocimiento [desprecio] del derecho de gentes que buscaba eliminar al contendor mediante una política de exterminio”. Decía uno de los artículos: “Como esta guerra se dirige en su primer y principal fin a destruir en Venezuela la raza maldita de los españoles europeos€ quedan, por consiguiente, excluidos de ser admitidos en la expedición por patriotas y buenos que parezcan, puesto que no debe quedar ni uno solo vivo”. Más muestras de la atrocidad del documento firmado por Bolívar. El artículo noveno premia la barbarie de la soldadesca con ascensos inmediatos: “el soldado que presentare veinte cabezas de dichos españoles”, sería ascendido a alférez; “el que presentare veinte, a teniente; el que cincuenta a capitán”. ¿Eran estos “patriotas” soldados o bandoleros?
La historiografía tradicional, en su mayor parte, pasa por alto este execrable capítulo protagonizado por Bolívar. Un capítulo documentado que se ha ignorado por la mayoría de historiadores hispanoamericanos para cuidar la imagen de un genocida que asesinó a más de dos mil españoles indefensos, innecesariamente, dado que no fueron muertos en batalla.
Las llamadas guerras de emancipación o de independencia de las provincias de la América española fueron sin duda unagran y larga guerra civil, cuyos bandos independentistas lideraron ricos criollos con un afán desmedido de poder, en contra de los verdaderos intereses de la población hispanoamericana, de forma muy especial en contra de la voluntad de las clases pobres y de los indígenas, que en su inmensa mayoría lucharon junto a los leales al rey, negándose a hacerlo con los criollos rebeldes, principales usurpadores de sus derechos. Y así lo afirma el escritor, periodista y diplomático caraqueño Carlos Rangel, uno de los más destacados intelectuales de la Venezuela del siglo XX, en su libro Del buen salvaje al buen revolucionario (1976): “En su origen, el movimiento independentista de 1810 tuvo una ambigüedad que sólo mucho más tarde ha llegado a ser parcialmente reconocida. Las ambiciones de los criollos ricos (o simplemente cultos) se vieron de pronto estimuladas por los sucesos de Europa, donde Napoleón había derrocado la monarquía borbónica española y puesto a su hermano José en el trono de Madrid.
A la vez la mayoría de los criollos eran conservadores y prudentes, y temían la guerra social. Sólo unos pocos estaban inflamados sinceramente por las ideas republicanas norteamericanas y hasta por las ideas jacobinas francesas [€].
Pero estaban también presentes (y eran muchos más numerosos) blancos pobres y una masa de indios, negros y pardos (mulatos) que no preveían, ni unos ni otros, ninguna ventaja en la independencia, y para quienes la fidelidad al rey y las exhortaciones de la Iglesia eran motivaciones eficientes [€].
Muy pocos españoles peninsulares [se refiere a los no nacidos en la América española, por lo tanto también los canarios] tomaron parte en los combates; pero pasaron cien años antes de que nadie se atreviera a decir lo que todo el mundo sabía desde el principio: que en su esencia aquellas contiendas fueron guerras civiles entre hispanoamericanos”. Indica Rangel a pie de página que fue el venezolano Laureano Vallenilla Lanz quien hizo esta afirmación por primera vez, en una conferencia pronunciada en Caracas en 1911, y recogida en el ensayo “Fue una guerra civil”, parte del libro Cesarismo democrático (1920).
Fue aquel Libertador de ninguna causa falta de libertad protagonista de muchos desmanes en aquellas mal llamadas guerras de emancipación, del que escribió Karl Marx (que no es santo de mi devoción, ni mucho menos) en una conocida carta dirigida a Engels, fechada el 14 de febrero de 1858, ser el “canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque”. Añadiendo: “La fuerza creadora de los mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar”.Ahora son los “iluminados” -como lo fue Hugo Chávez-, Nicolás Maduro (reconocido analfabeto funcional),Evo Morales y Rafael Correa, los que en un aquelarre ideológico levantan el puño marxista -¡qué ironía!-enarbolando la figura de Bolívar.
Al término de lasmal llamadas guerras de emancipación, afirma Manuel Hernández,”la economía, las haciendas, las plantaciones fueron destruidas”. Había que empezar de cero. El propio Bolívar dijo: “Lo hemos perdido todo, lo único que hemos ganado ha sido la independencia”. Y de los polvos de aquellas guerras civiles entre hispanoamericanos, llegó luego el desconcierto de más guerras civiles y regímenes tiránicos como el que actualmente sufre Venezuela, además del caos de las guerrillas guatemaltecas, salvadoreñas, colombianas, entre otras; los cárteles del narcotráfico que han subyugado a naciones enteras; y, en fin, una suerte de circunstancias sociales agravadas por tiranos como Maduro o Morales, que lejos de sembrar paz y seguridad jurídica que acerque inversiones extranjeras, las espantan con políticas de medievales señores feudales, que además enfrentan a sus pueblos. ¿Hasta cuándo sufrirán aquellos pueblos de la América española a los Maduro, Morales, Correa, Kirchner y Castro? ¿Hasta cuándo la siembre envenenada de aquellos criollos que traicionaron a España seguirá dando tan mala hierba?
Siempre he creído, y lo sigo haciendo, en el abrazo entre españoles e hispanoamericanos, porque nos une idioma, historia, cultura y religión (en una gran mayoría), con todos los matices que enriquecen ese abrazo. No obstante, justo es dar a conocer este capítulo criminal del llamado Libertador, porque se merecen ser recordados aquellos españoles que fueron asesinados tan cruelmente, así como repudiado su verdugo. Quiero pensar que, sólo fruto de la ignorancia de estos hechos, muchas calles y plazas canarias (y en muchos pueblos del resto de España)llevan el nombre de Simón Bolívar,el asesino de más de dos mil españoles, de los cuales 1.600 fueron canarios;ejecutados por el mero hecho de no ser nacidos en tierras americanas, a las que habían ido a trabajar y, de forma determinante, a enriquecerlas. Por ellos van estas letras.
Fuente : Jesús Villanueva, La opinión de Tenerife
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lunes, 13 de junio de 2016

EL LIBERALISMO : SEGÚN JOHN ANDRA


Los gobiernos a menudo han reducido al mínimo los conflictos religiosos mediante el establecimiento de una religión y que la concesión de privilegios, incluso cuando otros están toleradas. La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos dejó tal poder a los estados, y sólo dijo que "El Congreso no hará ninguna ley respecto al establecimiento de religión ...". Tras la promulgación de la Decimocuarta Enmienda, sin embargo, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos interpretaron la Primera enmienda para prohibir a un establecimiento de la religión en cualquier nivel. ¿Cómo puede el gobierno ahora minimizar el conflicto religioso?
Muchos de los que defienden la actual interpretación de la Primera Enmienda ofrecen liberalismo como la respuesta. El liberalismo propone reducir al mínimo los conflictos religiosos por otorgar a las personas la libertad en la materia. Los individuos deben permanecer dentro de los límites del orden público, pero el orden público está dispuesto de manera similar para permitir el ejercicio máximo de la voluntad individual.
El liberalismo se encuentra con el desafío sólo si no funciona de esta manera como una religión. Si lo hace, tenemos un cebo y cambiar. La primera enmienda se habrá utilizado para desestabilizar la religión tradicional en la preferencia por la otra, aunque no tradicional, la religión.
Para saber si las funciones del liberalismo como una religión, tenemos que definir el término. Es muy difícil definir religión basada en la creencia. Religiones enseñan todo tipo de cosas, muchas de las cuales son incompatibles con la religión, como es conocido en Occidente.
Es más fácil definir la religión basada en la práctica. La práctica fundamental de la religión es el culto y la adoración es una respuesta a la razón. Algunos son, probablemente, divertido ante la sugerencia de culto como una respuesta a la razón, pero es así. animales no racionales no adoran, y los animales racionales lo hacen.
La razón humana es ilimitada tanto en su alcance y limitada en su poder. Podemos ver el inmenso universo e incluso discernir de que la existencia de Dios, pero que no podemos comprender bien, es decir, que no podemos entender completamente lo que aprehendemos. Esta disparidad entre la aprehensión y comprensión nos obliga a buscar algo más allá de nuestra propia conciencia, algo que a menudo se llama "sentido". Al darse cuenta en algún nivel que somos criaturas, nos puso a buscar al Creador. Nuestra compulsión por el culto que nos distingue de otros animales, que sin problemas por la razón mantendrá en el nivel del instinto puro. Ningún ser humano racional puede hacerlo.
La necesidad de culto está oscurecida por la definición parcial de la misma que los liberales (y otros modernos) tienden a utilizar. Por ejemplo, los liberales sólo se podrían adoptar la definición del diccionario Webster College que define la adoración como "reverencia ofreció un ser divino o poder sobrenatural." Sin embargo, estos mismos liberales ignorarían la definición igualmente válidas de culto como "el respeto extravagante o admiración por o devoción . a un objeto de estima "la experiencia demuestra que los seres humanos adoran en ambos sentidos, pero la Escritura advierte que el conflicto:" no se puede servir a Dios y a las riquezas "(Mateo 6:24.).
Los liberales podrían objetar en este punto que, si bien la religión es una categoría amplia, que no incluye todos los objetos para los que la gente tiene un extravagante respeto, admiración, o devoción. Así que, aunque sin apretar uno puede decir una persona adora los deportes, no se puede comparar con un interés tales como la religión suele entenderse. Para ello, los liberales podrían argumentar, sería bien hacer que la primera enmienda de sentido o prohibir gobierno de promulgar leyes que rigen las cosas ordinarias, como los deportes.
Tal objeción sería inteligente, pero también sería cambiar de tema. El tema es si el liberalismo puede minimizar el conflicto religioso sin funcionar como una religión. Dondequiera que la línea puede ser trazada entre el interés de adoración y no de adoración, puede liberalismo conflictos difusas en el lado de adoración sin invocar el culto?
Asumir una sociedad en la que algunas personas creen que Dios ha establecido el Domingo, aparte de la iglesia y el resto. Estas personas prohibirían deportes los domingos si pudieran. Otras personas creen que el domingo es, precisamente, para los deportes. Estas personas no dudarían en interferir con la iglesia y el resto a través de la programación de eventos, los flujos de tráfico, uso de la tierra, etc. podría producirse un conflicto religioso genuino.
Es aquí que el liberalismo ofrece una manera supuestamente no religiosa a cabo.Aunque los grupos expresan la búsqueda humana de lo que significa de forma contradictoria, el liberalismo no podría decidir cual es cierto. El liberalismo sería decidir en lugar de que cada persona tiene derecho a ejercer su individual será respecto a las actividades del domingo.
por lo tanto el liberalismo propone un nuevo objeto de estima- la voluntad individual. Este nuevo objeto puede ser suficiente, lógicamente, en los casos de conflicto religioso sólo aumentando a ese nivel. La gente tiene que aceptar, ya sea a través de su propia abrazo del liberalismo oa través de la fuerza de la ley, esa persona se reemplaza cualquier otra cosa que adorarían. Por lo tanto, en nuestro ejemplo ninguno de los grupos se pone completamente lo que quiere. Los fieles no pueden prohibir los deportes y los amantes del deporte tienen que soportar con la iglesia. Sin embargo, cada individuo obtiene lo que él o ella quiere coherente con la voluntad de otros. Individuo ahora controla, y uno de respeto o admiración por o devoción a ella debe ser extravagante para que haga su trabajo.
Por lo tanto, los liberales culto voluntario individual. Su creencia es gratuito en el voluntarismo, una teoría moral que eleva a voluntad sobre la razón. El voluntarismo tiene poco respeto por el orden objetivo de la verdad perceptible por la razón. creyentes tradicionales que esperan cumplir con el orden objetivo, por ejemplo, por no asegurar el aborto o por no cumplir con las intimidades del mismo sexo, son irónicamente estigmatizados por los liberales como portadores de animadversión irracional.
Los estigmatizados son a menudo confundidos por la naturaleza progresiva de las demandas liberales. Al parecer no hay límite en el respeto, la admiración y devoción liberales avanzados tienen la voluntad individual. Un ejemplo reciente es la voluntad de utilizar los baños designados por el sexo opuesto. Los liberales aplauden esta nueva obstinación y desprecio objeciones basadas en la razón.
El hecho es que a pesar de sus pretensiones de libertad, los liberales tienen sólo un camino hacia delante. Ya que son humanos, que poseen razón, pero dada su creencia, se niegan su luz. Debido a que los liberales insisten en la elección en la oscuridad, se debe llevar a cabo por sí solo el culto intrínseco a su naturaleza. Los liberales encontrar un sentido en que cambian las cosas, ya sea de la forma en que estaban o, después del cambio, de la forma en que serían si se dejan solos. Los liberales advertencias o queja sobre los malos efectos de la indiferencia, porque el objeto de su elección es la voluntad misma. Si la razón tiene ningún papel que jugar, que es a la caza de decisiones deliberadas, idear los medios para llevarlos a cabo, y luego tal vez para proteger a los liberales de los efectos malos.
Funciones del liberalismo como una religión en este país, y en virtud de la jurisprudencia actual de la Primera Enmienda, que es la religión establecida. establecimiento del liberalismo tiene serias implicaciones para los creyentes tradicionales. Estos serán considerados en un ensayo futuro.
Nota del editor: La imagen de arriba, titulado "Los Conquistadores del Bastille antes del hotel de Ville en 1789," fue pintado por Paul Delaroche en 1839.
*LIBERALISMO es un pensamiento filosófico muy propios de la rebeldía masónica.
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