miércoles, 22 de enero de 2020

EXTIRPACIÓN DE IDOLATRÍAS EN EL VIRREINATO DEL PERÚ


La extirpación de idolatrías

La labor evangelizadora tuvo como fin convertir a los indígenas en practicantes de la fe católica. Para ello buscaron la forma de acabar con las prácticas idolátricas que los vernaculares poseían, atacando a sus principales dioses y destruyendo todo signo de culto (huacas, apachetas, mallquis, etc.).

 Durante todo el siglo XVI los religiosos crearon una forma única para que los evangelizadores y doctrineros realicen su labor con efectividad. Sin embargo, los misioneros se daban cuenta que el culto a los dioses andinos como Pariacaca o Illapa continuaban, pese al esfuerzo de las órdenes religiosas por detenerlo.

Frente a ello los doctrineros tomaron una decisión: se realizaría una caza de todos los ídolos y dioses andinos para la total erradicación del culto "idolátrico" en los Andes. En el siglo XVII se dieron tres campañas de extirpación de idolatrías y tuvieron los frutos esperados.

Entre las acciones tomadas por los doctrineros resaltan las penas impuestas a los hechiceros o líderes de los cultos, que eran los encargados de oficiar los ritos paganos. Para buscar a estos "hechiceros" y a los dioses andinos se realizaron visitas especializadas que se dedicaron a buscar los dioses andinos, estudiarlos detenidamente y finalmente destruirlos. Los visitadores debían conocer a fondo la lengua vernacular pues no debían fallar en la interpretación de la fe al idioma materno de los andinos.

La pervivencia del culto andino puede interpretarse como una forma de resistencia a las costumbres españolas y una forma de preservar las tradiciones de cada ayllu. Estas formas de resistencia tuvieron diferentes matices, ya que el culto ya no se restringía a las huacas (entendiendo esta palabra como todo lo que designa lo sagrado), sino que su poder se extendió a incluso solo trozos de los ídolos, los que se podían ocultar con facilidad. Así, una piedra sin ninguna forma extraña pasaba desapercibida para el doctrinero, sin embargo para los andinos esta insignificante roca poseía atribuciones divinas.

 Otra forma de camuflar el culto andino fue a través de figuras religiosas como Jesús, la Virgen María o santo Tomás. Esta fue la más ingeniosa forma de pervivencia del culto, pues los doctrineros no pudieron darse cuenta sino hasta muy entrado el siglo XVII.

La extirpación de idolatrías atenuó en forma dramática el culto vernacular pero no lo exterminó por completo. Este pervivió por muchos años, inclusive hoy en día es posible apreciar el culto a la pachamama o las ofrendas en honor a los apus tutelares, ejemplos de una larga tradición religiosa andina.

Cabe resaltar que estas campañas tuvieron otros móviles mas allá del evangelizador. La apropiación de laicos y religiosos de los terrenos ocupados por las huacas o la búsqueda de ídolos como forma de obtener oro o plata evidencian el usufructo que desearon obtener ciertos individuos de las visitas.

Se suele dividir las campañas de extirpación del siglo XVII en tres etapas: la llevada a cabo por Francisco de Ávila entre 1609 y 1619; la de Gonzalo de Ocampo entre 1625 y 1626; y la última realizada por el Arzobispo Pedro de Villagomez entre 1641 y 1671.



Dios nos ampare , para que nuestra Nación no caiga bajo el poder nuevamente de la idolatría bergogliana.

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martes, 5 de noviembre de 2019

FRAY DIEGO ORTIZ PROTOMARTIR Y EL YURAC RUMI


ECHAN AL DEMONIO DE LA CASA DEL SOL.  QUEMAN LA PEÑA BLANCA ADONDE ERA ADORADO.  DESTIERRA EL INCA AL PADRE FRAY MARCOS.  LOS CATÓLICOS TRAEN CANTIDAD DE ORO A LOS RELIGIOSOS.  EL PADRE FRAY DIEGO RUIZ SE OCUPA EN CURAR INDIOS ADVENEDIZOS.

Luego que llegaron a Puquiera los siervos de Dios, concurrieron muchos indios de diferentes pueblos; unos lloraban las muertes que en sus familias y parientes había hecho el demonio, que residía en la piedra blanca de la Casa del Sol[1]*, otros se quejaban de los espantos, miedos y daños que hacía en sus ganados y sembrados, por haberse hecho cristianos.  Todos aquellos nuevos católicos estaban alborotados y como eran gente de poco ánimo rendidos a estos males, se mostraban tibios y flacos en la fe, pidieron a los religiosos que los consolasen echando de allí a aquel demonio, y que los librasen de perseguidor tan formidable, y dañoso, pues el Dios en que les habían enseñado a creer, era poderoso para ellos y así cesaría el miedo en los indios rústicos y bárbaros para no volver a la idolatría, porque aquel ídolo les enseñaba, que el sólo había de ser adorado, porque era el sol que todo lo cría; que la ley de Jesucristo, nuestro Salvador era engañosa y sus sacerdotes y ministros embusteros.  Con estas persuasiones había algunos que se mostraban arrepentidos de haberse bautizado huyendo de la Iglesia y muchos del Bautismo y doctrinas. Considerando los siervos de Dios que este empeño era crédito de la fe, gloria de la verdad evangélica contra la falsedad de la idolatría, comunicaron sus deseos con Dios, presentándole los conflictos que padecía su honra, pidiéronle no permitiese que el enemigo le baldonase entre aquellos gentiles; y con grande espíritu, llenos de confianza del Cielo, hicieron juntar todos los indios de aquel pueblo y todos los de Puquiera, publicando a voz de pregonero, que para día señalado, se juntasen todos los indios e indias en la Iglesia y plazas, y que cada uno llevase un leño porque había de quemar al demonio que los engañaba y afligía.  Paréceme que Dios les había asegurados a sus siervos el cumplimiento de sus ruegos, fue innumerable la multitud de gente que concurrió aquel día.  Los católicos verdaderos iban gozosos de ver castigar al demonio, lo que en sí y en sus familias habían recibido daño, contentos de la venganza; los tibios y poco firmes en la fe, llevávalos el ver lo que resultaba del incendio,  los hechiceros salían a la pelea entre Cristo y el ídolo; y casi todos a ver la novedad.  Salieron los dos religiosos y en cada uno el espíritu de Elías, llevando a aquella multitud para que fuesen testigos de la victoria. 

Ya dijimos como este ídolo estaba en el paraje de Chuquipalpa, junto a Vircos en la casa y templo del sol[2], demonio que daba respuestas sobre una piedra o peña blanca y varias veces se mostraba visible, la peña estaba sobre un manantial de agua, la cual veneraban como cosa divina.  Era este demonio cruelísimo, pues si algún día lo dejaban de venerar, los mataba, hería y hacía notables daños y horribles asombros; y así le temían todos por lo que de muy lejos le venían a ofrecer sacrificios.
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Llegaron nuestros religiosos con el estandarte de la Cruz, hicieron su devota oración mandando a todos con verdadera fe rezasen las oraciones.  Cercaron la piedra y casa del sol, exorcizaron el sitio, pusieron leña alrededor, execraron al ídolo, baldonaron al demonio, mandáronle que la dejase y no volviese más a aquella tierra. Invocaron a Cristo y a su Madre Santísima, pusieron fuego a la leña diciendo: 

"Ahora veréis quién es el que os engañaba, 
cuán pocas fuerzas tiene, y como no hay otro
 Dios, sino el que confiesan los cristianos". 

Salió el demonio huyendo  con tanto ruido que hacía estremecer los montes, quemáronle su templo y piedra, y quedaron los católicos firmes en la fe, y de los idólatras se convirtieron muchos. Publicóse el caso en toda la comarca y demonio nunca más volvió a la piedra y desamparó a aquella provincia; luego que supo el Inca y su mujer el incendio del ídolo y destierro de su dios, sintiendo los lamentos que hacían sus hechiceros por ver tan gloriosos a los católicos y tan abatido el partido de la idolatría, se vinieron a toda prisa al pueblo de Puquiera. Sus capitanes venían enfurecidos, determinados de alcanzar a los dos religiosos; llegaron al pueblo y queriendo ejecutar su rabia, lo dispuso Dios Nuestro Señor de otra manera, porque salió decreto de aquella junta que el Padre Fray Diego Ortiz, se fuese a su Iglesia de Guarancalla y el Padre Fray Marcos saliese desterrado con pena y amenaza que si volvía más a aquella provincia le quitarían la vida.  Notificada esta sentencia, obedecieron los religiosos y habiéndoles traído los indios mucha cantidad de oro, no habiendo querido en otras ocasiones admitir ninguna dádiva, en ésta recibieron alguna cosa para vasos del Altar.

  Entraron los Capitanes del Inca armados, sacaron al Padre Fray Marcos y con afrentas y malos tratamientos le llevaron a Oyara, cerca del Cuzco y de allí continuó su destierro. El Padre Fray Diego fue a pedir licencia al Inca, para irse a su Doctrina, pero no se la quiso dar diciendo que le quería tener consigo, que le amaba como a padre y que con el destierro de su compañero se había desenojado, que su indignación era porque azotaba a los niños. Con esto quería el vil apóstata dar a entender, no nacían sus rabias de que los religiosos reprendía sus vicios.  Quedóse el bendito Padre Fray Diego en Puquiera, llegó su compañero al Cuzco, desterrado por la fe y refirió todo a su Prelado.  El apóstata Inca hacía grandes demostraciones de amor con el bendito Padre Fray Diego, al cual las admitía, por continuar su predicación; quien dióse no sólo a curar almas, mas también a ser enfermero de aquellos indios, no huyendo del más asqueroso, ni excusándose de tratar al que amenazaba con contagio o peste.  Venían indios de la tierra adentro a negocios con el Inca, otros desde más de doscientas leguas a traer los tributos, enfermaban muchos por venir de tierras frías a montañas cálidas. Era tanta la asistencia y caridad que con ellos tenía nuestro bendito Fray Diego, que los curaba guisándoles la comida, buscábales los remedios; de unos echaba demonios, de otros cegueras, y según declararon estos indios, estábase con ellos muy despacio, catequizándolos en la fe, abominando sus idolatrías, consolándolos en sus tristezas, siendo intercesor para sus despachos. Ejercitó esta ocupación más de un año, curando los cuerpos de estos indios para ganar sus almas; con que alcanzó de ellos, que si del todo no salían de la infidelidad, quedaban con amor y cariño a los católicos, haciéndose pregoneros de sus alabanzas : contaban a los demás los misterios de la fe, que les había enseñado, los daños que traían, los vicios e idolatrías; el fruto que de esto se siguió, veremos adelante.  El religioso ministro acudía a adoctrinar ambos pueblos, no parando un punto en visitar sus dos iglesias acudiéndoles con Doctrina y limosnas.  Viendo el bendito padre, que el Inca era bautizado y que tenías muchas mujeres a uso de idolatra, le amonestó que las dejase y cohabitase con su primera esposa, y como le viese contumaz, aumentaba la reprensión.  Doña Angelina, que era la más querida, aunque había otra con este nombre, aborrecía de muerte al predicador apostólico; y porque predicaba contras las abominaciones de sus capitanes y caciques, eran sus capitales enemigos, descubrieron el veneno, declararon el odio, obligando a los indios bautizados, a que dejasen la fe y volviesen a la adoración de los ídolos, obligábanlos a que sacrificasen criaturas, degollando a sus hijos, para que desenojasen a los dioses.  Esto causó gran sentimiento a nuestro Fray Diego, cargó la mano en la crueldad de las muertes de tantos inocentes niños, afeaba la tiranía de forzar a los católicos a que desafíen la fe, las sensualidades y torpezas del Inca; estimaba en poco sus favores, y no temiendo la indignación de la Coya Doña Angelina, predicaba contra sus idolatrías, por cuya causa los demonios levantaron nubes y borrascas contra el siervo de Dios.  Sucedió que un día entró en la provincia de Vilcabamba un español, llamado Romero, el cual entendía mucho de metales y era gran minero, pidió licencia al Inca para buscar oro y plata, alcanzó la licencia, descubrió ricas vetas y en pocos días sacó cantidad de oro y plata.

  Parecióle a Romero que llevando al Inca la plata y oro que había sacado, le lisonjeaba para que le diese nueva licencia.  El Inca luego que vio el oro, consideró que había de ser la causa de solicitar codiciosos y traer los españoles a millones, con que perdería a aquella Provincia.

  Mandó a matar al español, quien quiso defenderse, pero no halló piedad en el Inca.  Súpolo el padre Fr. Diego y lleno de caridad, le buscó en su Palacio por ver si le podía alcanzar perdón, o confesar al desdichado, para que no perdiese el alma ya que perdía la vida.

  Avisaron al Emperador de que a todo correr venía el Padre Fray Diego y conociendo su intento, le envió a decir que se volviese a su Iglesia y le dejase matar a aquel hombre; porque si le molestaba con ruegos, también a él le quitaría la vida.  El santo varón se volvió llorando y vertiendo lágrimas de que muriese sin confesión y que no le permitiesen asistirle. Después de ajusticiado, pidió al Inca el cuerpo para darle sepultura eclesiástica; respondióle que no quería, porque su gusto era que aves y animales le comiesen, mandóle echar en rio prohibiendo con pena de su indignación que ninguno se atreviese a enterrarle, ni a recogerle.  Con este mandato, no hubo quien enterrase el cuerpo, el santo religioso obedeciendo más a la caridad que a la impiedad del bando, salió de noche a deshora a buscar el cuerpo, que por habérsele llevado la corriente no le halló, habiendo corrido toda la orilla por ver si el agua le había arrojado y traérsele a cuestas en secreto y darle sepultura.

  Tres o cuatro noches continuó esta diligencia, pasando el río sin miedo y buscando al difunto con amor.  Quien le considerase ocupado tantas noches en esto, solo y en busca de un cuerpo muerto, con las amenazas de un tirano; y se acordare que de antes era tan miedoso y tímido que aún de día no se atrevía a entrar sólo en la Iglesia, juzgara se cumple en él, lo que dice San Juan, que la caridad perfecta destierra todo temor.  Es el vicio de la embriaguez en los indios, el más común y origen de todos los demás y así procuraba el bendito padre arrancarle predicando contra él.   Dentro de pocos días, hizo el Inca una fiesta a todos sus capitanes y caciques, pretendía que el siervo de Dios fuese cómplice de su embriaguez, envióle a llamar pidió le honrase su fiesta, comiendo a su mesa.  El santo varón agradeciendo el favor, si bien conocía la intención, se excusó con que no había dicho Misa,
negándole a otras réplicas que el Inca y sus Capitanes le hicieron, fuese a su Iglesia, quedó el Inca corrido y los suyos se dieron por ofendidos, todos a una se conspiraron para matarle, haciendo promesa a sus ídolos de quitarle la vida.  Atizaba este homicidio la Coya o Reyna Doña Angelina y Martín Pando mestizo, Secretario del Rey y concertóse en el banquete el homicidio y todos se resolvieron de ejecutarlo.  Pasados cinco días se fue el Inca al adoratorio adonde estaba el entierro de su padre y de sus antepasados y allí con ritos gentílicos, estuvo llorando y por remate del día se puso a jugar a las armas a la usanza española, que había aprendido con su secretario.  Sudó mucho y resfrióse y como hubiese bebido con demasía y quedase embriagado, cuando despertó se halló con un grande dolor de costado, gruesa la lengua, revuelto el estómago, todo era vómitos y gritos, pasó la noche con grande desasosiego y ansías de muerte. 



[1] Yurac Rumi  ó piedra blanca, es una roca tallada que se encuentra en lo que hoy es el sitio arqueológico Ñusta Ispanan antes conocida como Chuquipalta. Está ubicado en Vilcabamba, provincia de la Convención, región de Cuzco en Perú. 

[2] Hiram Bingham III descubrió el sitio de Chuquipalta el 9 de agosto de 1911. Bingham notó que los monjes agustinos Fray Marcos y Fray Diego llevaron a sus nativos convertidos a quemar el templo del sol y a quemar la roca, cuando el Inca Titu Cusi estaba ausente.  Vicos o Vitcos fue una residencia de nobles incas y un centro ceremonial del Estado neoinca (1537-1572). La ubicación de Vitcos se olvidó más tarde hasta cuando el explorador Hiram Bingham identificó las ruinas conocidas por los peruanos locales como Rosaspata (quechua : Rusaspata) como el antiguo Vitcos.  Las ruinas del centro ceremonial inca de Ñusta Ispanam (Roca Blanca) están a aproximadamente 1 Km. al sur del palacio Inca que es la característica sobresaliente de Rosaspata., y se encuentra en el distrito de Vilcabamba de la Provincia de La Convención, región de Cuzco en Perú.

Martirio
La ocasión de esta condena llegaría con la muerte del Inca, como consecuencia de los excesos cometidos por él en una fiesta. La «nueva Herodías» desató toda su cólera contra el bendito fraile, a quien culpaba de la muerte por no haber conseguido, por sus oraciones, primero su curación y no «resucitarlo», una vez muerto. Ardiendo, pues, en odio y deseos de venganza, dijo a los principales jefes de los indios: «¿Qué hacéis que no matáis a ese fraile? Prendedle y despedazadle». Y al punto comenzaron a poner por obra las órdenes de su señora, sometiendo a fray Diego a los más crueles e inimaginables tormentos, de los que habla en estos términos el P. Antonio de la Calancha:
«Entran los carniceros y a porfía le dan gran número de bofetadas, palos, mojicones, puñadas y crueles golpes. Cógenle de la corona y arrastrándolo le dejaron molido a coces, dándoselas en la boca, pechos, estómago, espaldas y en todos los miembros del cuerpo… Llamábanle embustero, embaidor (sic), endemoniado, autor de leyes falsas, traidor y enemigo de sus dioses. Ya que se cansaron de moler sus santos huesos, le ataron, por los molledos y garganta, las manos atrás con unas sogas de cortadera, cruel tormento, porque son como cuchillos y navajas, por ser hecha de un género de ramas que tienen filos, y cortan la carne, a cuya causa las llaman cortaderas…
Resultado de imagen para Fray Diego Ortiz martir"Y después de someterlo a otros muchos tormentos, lo traspasaron con un palo largo por las partes naturales*, hasta que con más de dos palmos saliese por el colodrillo; y teniendo de esta manera al fortísimo y valerosísimo mártir, hincaron el palo en tierra con la cabeza hacia abajo, porque decían que miraba mucho al cielo. Después, lo cubrieron con tierra y piedras, y en este tormento entregó su alma a Dios.
* Por el recto 

Definitivamente , la evangelización costó mucha sangre de mártires en todo el mundo y en la pre-hispanoamérica , se utilizó espada y cruz , exorcismo y civilización una lucha sin cuartel contra los adalides del infierno que tenían diezmadas a las pobres criaturas humanas bajo sombras de muerte por la inmunda idolatría. No es justo que después de siglos , hoy vengan los gendarmes de la revolución, los teólogos de la infesta seudo-liberación a quererlo opacar de nuevo , hacer de esta sociedad vuelva al paganismo duro y satánico antes de Cristo. Ya sabemos que las directrices maléficas de descristianizar las culturas y los pueblos se mueven desde hace tiempo con el desventurado Vaticano II el elemento sectario y destructivo cuyas miras nos obligan ir hacia atrás no son dignas de llamarse católicas. ¡Vadre retro pachamama!.


 Fray Diego Ortiz Mártir , 
ora pro nobis, ¡amén!
Vencedor del yurac rumi,
exorciza la pachamama bestial ,
y todos los ídolos de belial 
Protege a nuestra Nación y
librados de todo mal, podamos 
proclamar y gritar solemne 
¡ Viva Cristo Rey !
Viva la Inmaculada,¡amén!
de Miguel ahora su lugar, ¡amén! 

lunes, 15 de enero de 2018

TORQUEMADA - MUERTE Y LEGADO DEL GRAN INQUISIDOR DE ESPAÑA

TORQUEMADA 
Les sugiero que lean este extracto del Libro en mención (abajo), pues resulta interesante saber que la espera de la muerte y estar ante el Juicio de Dios , este hombre inquisidor por muchos temido, le llegó la hora de dejar este mundo , cansado , agotado , purgado para presentarse ante Cristo que dictará sentencia , sentencia para su siervo del cual ante sus ojos solo cumplió la Divina Voluntad en ejercer el poder legal contra los herejes, impíos y judíos deicidas. ¡Gloria para Torquemada !.

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Fuente : Libro TORQUEMADA Procesos de la Historia Gran Inquisidor de España, Marguerite Jouve , Ediciones Ercilla 1935. 
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miércoles, 10 de enero de 2018

EL ANTICRISTO EN HAYA DE LA TORRE


Si usted ha conversado con ancianos que han vivido en Lima en 1923 o con quienes pudieron saber sobre lo que sucedía esos años de primera mano, tal vez haya escuchado que entonces a Víctor Raúl Haya de la Torre le decían el “anticristo", ¿qué sucedió?

Quien detalla cómo sucedieron esos hechos es el historiador Jorge Basadre, en el capítulo correspondiente a la historia del año 1923:

Imagen relacionadaImagen relacionadaEn mayo de 1923, el Arzobispo Emilio Lissón publicó una instrucción pastoral para consagrar el Perú al Sagrado Corazón de Jesús, que señalaba: "...La República peruana, católica por convicción, por tradición y por la Constitución, será consagrada oficialmente al Sacratísimo Corazón de Jesús en el próximo mes y la imagen de este Sacratísimo Corazón de Jesús será entronizada en la plaza principal de esta capital. Tomada esta determinación por el Episcopado nacional, interpretando la voluntad de sus feligreses, ha sido comunicada al señor D. Augusto B. Leguía, presidente Constitucional de la República, quien, en su calidad de Patrono de la Iglesia en el Perú, se ha dignado tomar el acto bajo su oficial y alta protección y señalará el día y dictará las medidas que estime convenientes."


La consagración de un país al Corazón de Jesús fue un acto litúrgico iniciado en Francia, que fue seguido por diversos países a principios del siglo XX, por lo cual el Arzobispo de Lima decidió realizar la ceremonia en el Perú. 


Imagen del Sagrado Corazón de Jesús
Resultado de imagen para Sagrado Corazón de Jesus en la Catedral de Lima


Resultado de imagen para Revista variedades en Lima ,presidente Leguia años 20'sEn esos años existían movimientos y prensa anticlericales, como el diario La Crónica y la revista Variedades, que agitaban las masas contra la Iglesia Católica. Los anticlericales convocaron a una asamblea en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde decidieron oponerse al acto, y encumbraron a Víctor Raúl Haya de la Torre, perteneciente a la logia de los masones, como caudillo para la manifestación que provocarían el 23 de mayo de 1923.


Es necesario precisar que la logia de los masones fue condenada por la Iglesia Católica desde tiempos de Pío VII, en 1738, y sucesivos pontífices, por ser anti-católica. 


Entre ellos hay 33 grados, siendo el grado 33 el más alto. Se les asocia al culto a Lucifer, hecho que sólo revelan a quienes llegan al grado 33, no obstante, ellos lo niegan. Precisamente, Haya de la Torre había llegado al grado 33 en la logia.


En los días previos, Haya de la Torre lideró a universitarios y obreros para realizar un lamentable acto de violencia, no obstante, no pudo convencer a José Carlos Mariátegui, el famoso ensayista, mucho más prudente, no estuvo de acuerdo en ocasionar un acto violento anti-católico.

Baphomet
baphometLlegado el día, Haya de la Torre encabezó la manifestación pública contra la consagración, que culminó con el diabólico saldo de cinco muertos: el estudiante Manuel Alarcón Vidalón+, el obrero Salomón Ponce y tres hombres de la fuerza pública: el gendarme Ruperto Goitia y los inspectores Jesús Vázquez y José E. Torres. Por su parte, Haya mismo pisoteó la imagen diciendo la frase de Carlos Marx: "La religión es el opio del pueblo".


Este acto de barbarie aplastó la iniciativa de la consagración del Perú al Sacratísimo Corazón de Jesús, que hasta hoy no se ha cristalizado, y fue la más brutal agresión contra un símbolo religioso católico en el Perú.



Sin ningún respeto por un difunto, la noche del 23 de mayo, Haya de la Torre paseó por las calles de Lima el cadáver de uno de los muertos en el acto sedicioso, llamando a la vez al público para que vaya al día siguiente a las exequias.



El baño de sangre fue utilizado por Haya de la Torre para liquidar la consagración católica y para consagrarse más bien él como líder aprista, pues este acto se puede considerar el nacimiento de la fama de Haya, punto de partida del APRA.



La cábala del culto negro 



Para los satánicos, Lucifer, Baphomet o Satanás (a quienes se asocia con los masones) es dios, al que representan como un demonio caprino y su símbolo es una estrella de cinco puntas, como la del gráfico.



Los magos negros o satánicos utilizan la cábala o cálculo supersticioso con los números, que emplean combinando fechas, conmemoraciones, selección de días para actos determinados, símbolos, etc.



La estrella de cinco puntas del Apra, ¿es la estrella de Lucifer?



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El 23 de mayo de 1923 es el día del surgimiento de Haya de la Torre, y por  tanto, del aprismo, con cinco muertos, como recordando en cábala a la estrella de cinco puntas que simboliza a su partido. Posteriormente, Haya de la Torre designaría a Alan García como su sucesor líder, quien nació el 23 de mayo de 1949...

La masonería desde antes y después de la locura emancipadora ha sido la desgraciada sombra de maldiciones sobre nuestra Patria. Tengámoslo entendido de una vez por todas. 
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jueves, 4 de enero de 2018

LOGIAS LLENAS DE ENEMIGOS DE CRISTO Y SU IGLESIA EN LA FATÍDICA INDEPENDENCIA PERUANA.



Nunca vamos a comprobar o entender exactamente cuánto daño espiritual como material y social han perpetrado las fuerzas judeo-masónicas de la fatídica independencia latinoamericana , como desastre histórico contra la hispanidad en América conquistada como acervo divino fue para ampliar el reino de Cristo por la fe católica , todo eso se vino abajo por los humos franceses de rebelión de lucifer maquinada desde la gran logia de Inglaterra, fundada su infernal sociedad para los hechos deseados por el judaísmo de tiempos antiguos apostólicos de perseguir a la Iglesia soberana y militante …por desgracia estas serpientes aún están vivas y activas  mordiendo e inoculando su jacobino veneno a todo ser viviente que mira la Cruz salvadora. 

Estos miserables hombres impíos no hubieran podido hacer rebelión en absoluto sino fuera por la traición de unos cuantos pocos por granjearse de algunas monedas de la bolsa del Iscariote en todos los tiempos a costa de perder sus almas. Uno de esos lacayos fue el masón:
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Francisco de Paula González Vigil, quiero asentar en un punto sobre este personaje eclesiástico pero traidor a Cristo y a su Iglesia, aprovechando la coyuntura política de esa época, se fue a engruesar las filas de la masonería peruana y conspirar contra el régimen establecido por Dios, teniendo  aunque sin abandonar del todo la política coyuntural, Vigil, como liberal radical, se consagró al estudio y la defensa de las doctrinas regalistas (derechos y prerrogativas del Estado frente a la Iglesia). Propugnando la autonomía del Estado y la sociedad civil respecto a la Iglesia, se abocó en escribir un libro sobre la defensa de la autoridad del gobierno y los obispos contra la pretensión de la curia romana.
Poco después publicó su monumental estudio titulado Defensa de la autoridad de los gobiernos contra las pretensiones de la curia romana (1848-1849, 6 tomos), cuya segunda parte salió a luz algunos años después: Defensa de la autoridad de los obispos contra las pretensiones de la curia romana (en 4 tomos, 1856). En total suma casi 5.000 páginas, una de las más vastas empresas bibliográficas que autor alguno haya llevado a cabo de manera orgánica.
El obispo de Colombia, Manuel José Mosquera, denunció la obra ante la Santa Sede y Vigil fue excomulgado por Pío IX el 10 de junio de 1851. Pero Vigil nunca se retractó y al contrario prosiguió con fanatismo su labor, escribiendo una Carta al Papa (1851), donde negó la infalibilidad del Sumo Pontífice en asuntos de doctrina y defendió la existencia de iglesias nacionales supeditadas a la autoridad civil. Ello le valió otras dos bulas de condenación papales: la del 2 de marzo de 1853 y la del 8 de diciembre de 1854.
Resultado de imagen para Francisco de Paula González Vigil, exequiasAl mismo tiempo sostuvo polémicas periodísticas con los defensores del catolicismo tradicional, entre ellos el sacerdote catalán Pedro Gual, el obispo de Arequipa José Sebastián de Goyeneche y Barreda, el deán Juan Gualberto Valdivia y el célebre Bartolomé Herrera.(fig. izq.)
Este enfrentamiento con las autoridades de la Iglesia Católica no fue obstáculo para que el pueblo tacneño le renovara su confianza reeligiéndolo como su representante parlamentario en las legislaturas de 1851 y 1853, así como en la Convención Nacional de 1855-1857. Pero asistió a muy pocas sesiones. En 1866 fue elegido senador, pero se negó a asumir esta representación, sin duda por cansancio y mala salud. En total, llegó a ser elegido ocho veces diputado y un senador.
No obstante, nunca decayó su deseo de servir a la patria "trabajando del modo que podía".
A pesar de su precaria salud, tuvo una larga vida, algo que no era común en aquellos años. Murió a la edad de 82 años, y fue enterrado el 11 de junio de 1875.
Como González Vigil era un excomulgado impenitente, pues rechazó el perdón del obispo de Arequipa, ninguna iglesia en Lima quiso recibir sus restos, pues como lo especificaban las normas y leyes de la Santa Iglesia. Pero el presidente Manuel Pardo liberal y masón decretó duelo nacional el día del entierro y ordenó que le diesen sepultura en el Cementerio General de Lima (aunque Vigil había escogido la isla San Lorenzo como su última morada). A pesar de ser el peruano un pueblo devotamente católico pero indocto de las disciplinas divinas que exigen  la propia fe con respecto a los que incurren en herejía, no tuvo reparos en rendirle homenaje, arremolinándose hasta hacer colapsar un balcón. En hombros de la gente del pueblo fue llevado hasta el camposanto.
En 1975 la Santa Sede absurdamente levantó su excomunión como si esto pudiera liberarlo de las penas eternas, pues lo que la Iglesia decreta a perpetuidad es definitivo, el pobre clérigo desgraciado está en el poder de las sombras infernales sufriendo todas las torturas agujeantes de su apostasía personal CONTRA CRISTO Y SU GREY. Entonces el gobierno peruano ordenó la inhumación de sus restos del cementerio de Lima y su traslado a Tacna. Sea como sea las autoridades liberales cables influyentes en el servicio público infiltrados en el seno de la Nación nunca podrán liberarlo de las Sentencias Divinas, nadie puede, ahora ni nunca. Condenado está y para siempre.
Resultado de imagen para Rubén Vargas Ugarte, sjNadie se burla de Dios, dice el anheloso apóstol, sin embargo no podemos negar que ha logrado  endulzar las mentes de los “logios luciferinos como él” como Manuel Gonzales Prada, masón, otros personajes como Basadre, Jorge Guillermo Leguía, el Gral. Domingo Nieto que lo tildaron de “bueno”, por último menos amablemente lo ha tratado el historiador jesuita Rubén Vargas Ugarte (foto izq.)"El estilo farragoso e indigesto ha sepultado en el olvido sus libros. No había de sobrevivir y el tiempo lo ha confirmado". Como dicen que las malas obras de los hombres se pierden o desaparecen en la lejanía del tiempo.

Ave Maria gratia plena...salvanos de las logias de lucifer, amén. 
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